Una española que vive en Suiza muestra cómo funciona el sistema de correos del país: "Nunca es nada bueno"

Mudarte a otro país no solo implica adaptarte a nuevas costumbres y tradiciones, sino también a sistemas que pueden resultar desconcertantes, incluso para los más experimentados. Imagínate recibir una carta importante en tu nuevo hogar y no saber qué esperar.

Para @sarainzurich, una española que vive en Suiza, este tipo de situaciones se vuelven comunes, pero no por eso menos estresantes. En su video de TikTok, nos comparte cómo funciona el sistema de correos en el país helvético, un proceso que siempre le genera algo de incertidumbre. 

En la misma línea, asegura que "en Suiza, cuando te tienen que entregar una carta importante o un paquete y no estás en casa, te dejan una notita como esta en la cual tienes que ir al centro más cercano y recogerlo, entregando tu DNI", comenta.

Un matemático español lanza un acertijo y las redes disparan su creatividad: "¿A qué numero le tienes que quitar la mitad?"

Aunque el sistema de correos funciona de manera similar en muchos países, la española confiesa que hay algo en este proceso que no acaba de convencerla: "Y tengo miedo porque normalmente cuando te dan estas cartas, nunca es nada bueno", revela, mientras se prepara para recoger la carta certificada que le ha dejado el cartero.

A pesar de la eficiencia del sistema de correos suizo, la tiktoker destaca la sensación de incertidumbre que provoca recibir este tipo de notificaciones. "Cuando recibes estas cartas, es como que te asusta un poco, porque si te llega algo malo del estado, cosas de impuestos, cosas burocráticas, te llegan con este tipo de cartas certificadas", explica.

Así, las cartas, que en principio deberían ser un trámite normal, se asocian en su mente a situaciones incómodas, como problemas legales o cargos financieros, lo que genera una gran ansiedad. 

Pero la sorpresa, en este caso, fue positiva. "Bueno chicos, pues me ha llegado, no era nada malo, era un paquetito que estaba esperando", comenta aliviada, dejando claro que, al final, el sistema de correos le jugó una buena pasada. "Normalmente, siempre tienes que pagar cuando te llegan estas cartas, así que estoy muy contenta de que haya sido simplemente mi paquete", añade, celebrando que su temor solo haya sido una falsa alarma. 

A pesar de que todo terminó bien, la experiencia le deja una reflexión. "Nunca sabes si lo que estás recogiendo es un paquete o una carta en la que a lo mejor te piden explicaciones, yo qué sé, sobre tu trabajo o cosas del estilo o cosas que tienes que pagar", asegura la creadora de contenido.