La felicidad ha sido, desde siempre, uno de los grandes enigmas de la humanidad. Todos la buscamos, todos la deseamos, y, sin embargo, parece ser un objetivo tan difícil de conseguir como efímero: cuando parece que llega, tarda muy poco tiempo en desaparecer. Incluso, puede ser tan breve que ni seamos conscientes de que está.
La dificultad para encontrar la felicidad radica en su naturaleza subjetiva. Lo que para algunos es sinónimo de bienestar, para otros puede no tener sentido alguno. Esto nos lleva a una búsqueda incansable, llena de expectativas y frustraciones. Incluso quienes alcanzan estas metas no siempre encuentran la satisfacción que imaginaban.
Es precisamente esta complejidad lo que ha llevado a muchos expertos a reflexionar y estudiar la felicidad desde diferentes perspectivas. Uno de ellos es el psicólogo español Tomás Navarro, quien señala que la clave para alcanzarla radica en encontrar sentido a la vida y a entender el verdadero significado del éxito.
El sentido de la vida como clave de la felicidad
En psicología, el sentido en la vida se ha abordado científicamente desde hace décadas. Lejos de ser una cuestión inabordable, ha sido descrito como constructo psicológico importante en el comportamiento humano, la salud mental y la salud física. Por ejemplo, la felicidad y el bienestar psicológico son uno de los pilares de este sentido.
Por otro lado, la falta de sentido en la vida se ha relacionado con una gran variedad de problemas psicológicos como la depresión y la ansiedad. Según Tomás Navarro, psicólogo y escritor, la "felicidad es tener una vida con sentido para ti. Tienes que definir cuál es tu sentido".
Navarro destaca que el éxito, tal como lo concebimos, suele estar malentendido. Subraya que "asociamos éxito a reconocimiento y esto es como darle el mando a distancia de tu vida a otra persona". En lugar de buscar el reconocimiento externo, el psicólogo sugiere que el éxito tiene más que ver con la libertad personal y con aquello que nos da serenidad interna.
Navarro nos advierte sobre la naturaleza perecedera de todo lo que alcanzamos en la vida. Buscamos subir constantemente a la cima, sin saber que tarde o temprano vamos a tener que bajar: el estado de felicidad al llegar no es permanente, sino puntos efímeros en nuestra trayectoria.
Si basamos nuestra felicidad únicamente en esos momentos de éxito, corremos el riesgo de experimentar un vacío una vez que el logro desaparezca. Por eso, la propuesta de Navarro es redefinir el éxito no como un reconocimiento externo, sino como aquello que nos aporta serenidad y nos conecta con nuestro propósito.