Criar a un hijo es una de las experiencias más enriquecedoras de la vida, pero también una de las más complejas. Cada etapa del crecimiento trae consigo desafíos únicos: desde las noches sin dormir, hasta los primeros "no" rotundos, pasando por las preguntas constantes y la búsqueda de independencia.
Aprender a manejar sus impulsos, fomentar su empatía o protegerlo de situaciones dañinas no siempre es sencillo y los padres se enfrentan a la difícil tarea de equilibrar el amor incondicional con la necesidad de establecer límites claros, siempre bajo la incertidumbre de si están haciendo lo correcto.
Más allá de las dudas, lo que marca la diferencia en el desarrollo de un niño son las decisiones diarias que tomamos, por ello, las orientaciones de los expertos se convierten en recursos muy valiosos. Uno de ellos es Álvaro Bilbao, un neuropsicólogo que comparte en su cuenta de TikTok los mejores consejos para la crianza de los más pequeños.
El consejo del experto
Las conductas impulsivas en los niños son más frecuentes de lo que nos pensamos. Pueden variar según las etapas de crecimiento y maduración de cada uno de ellos; sin embargo, es una de las cosas que más preocupa a sus progenitores debido al gran impacto que tienen en el día a día.
Es aquí donde las orientaciones de expertos como Álvaro Bilbao se convierten en fundamentales. El experto compara la crianza con la actitud de dos tipos de amigos ante una situación peligrosa: uno que actúa para evitar un accidente y otro que espera a que las consecuencias hablen por sí solas. En la crianza, "nunca seas como el segundo tipo de padre".
Según él, cuando un niño está a punto de cometer un error, ya sea por impulso o desconocimiento, la respuesta ideal es intervenir de inmediato para establecer límites y protegerlo, en lugar de esperar a que las consecuencias le sirvan de lección. Los niños, asegura, aprenden más rápido cuando se les marcan límites en el momento oportuno, antes de que el daño esté hecho, evitando así la necesidad de "regañinas o castigos posteriores".
Este enfoque no solo fomenta el desarrollo de la autorregulación en los niños, sino que también fortalece la relación con los padres, quienes dejan de ser figuras que "castigan" para convertirse en guías que cuidan y educan. Una crianza basada en límites conscientes y empatía, como la que promueve Álvaro Bilbao, puede transformar los retos de la educación en oportunidades para que los niños crezcan de manera saludable y segura.