
Una española en Marruecos.
Una española en Marruecos muestra cómo es caminar sola por una ciudad de este país: "Me siento un poco..."
En el vídeo, que se viralizó rápidamente, la influencer expresó lo que realmente pensaba del lugar: "Os juro que me creo que estoy en Sexo en Nueva York".
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Viajar sola a un país con una cultura tan distinta siempre es una experiencia increíble, y no hay nada mejor que disfrutar de cada momento al máximo. Así lo cuenta @sara_ardi, una española que decidió recorrer las calles de Marruecos por su cuenta. En su vídeo de TikTok, la influencer la vemos caminando por la ciudad, con gafas de sol y música en sus auriculares, mientras comparte sus emociones.
"No sé si a vosotros os pasa, pero yo me pongo música, me coloco las gafas de sol y siento que ya solo me falta esto", explica entre risas. Con una actitud relajada y segura, se siente como la protagonista de su propia película, disfrutando de cada paso.
A pesar del bullicio de la ciudad, Sara no puede evitar imaginarse dentro de una de sus series favoritas. "Y os juro que me creo que estoy en Sexo en Nueva York," dice, sonriendo mientras pasea por las calles de Marruecos, sintiéndose como una de sus icónicas protagonistas.
La ciudad está llena de gente, pero ella parece no preocuparse por las miradas. "Voy por la calle, es que me da igual. Todo está lleno de gente y me mira. No pasa nada", dice.
Sin embargo, caminar sola en una ciudad tan concurrida puede ser muy divertido, ya que sientes mucha libertad de sentir y de conocer la cultura. Como dice la creadora de contenido en su vídeo: "disfrutando de la vida". La joven transmite esa felicidad al pasear por los puestecitos, saborear la comida y charlar con la gente local...
Mientras sigue su camino, la joven se encuentra con una pequeña sorpresa: "¡Qué buena pinta esto! No sé qué es de coco, me ha dicho", comenta al descubrir un manjar local. La comida parece ser la parte que más disfruta del día, sin importar las barreras culturales o lingüísticas. "Está buenísima", dice, mientras prueba el dulce, y con una gran sonrisa en la cara, se siente completamente feliz con su elección.
"La gente flipa. O sea, me voy a parar aquí", asegura, mostrando su satisfacción con lo que está viviendo.Al final, la española se da cuenta de que no necesita seguir las reglas de nadie. Mientras se quita las gafas de sol, sabe que no tiene nada más que preocuparse que por disfrutar del momento. En un lugar lleno de sorpresas, lo mejor es dejarse llevar y disfrutar de lo que va encontrando por las calles de este país.