Comparación entre la privacidad de Google Drive, Dropbox y SkyDrive: Google no es propietario de lo que subes a GDrive
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Desde que ayer saliese a la luz Google Drive se ha montado un revuelo tremendo en torno a la Política de Privacidad del nuevo servicio del gigante de Mountain View. En muchas redes sociales y publicaciones online hemos podido leer cosas como que Google pasa a ser propietario o que se apodera de lo que subimos a Drive, y que en la política de privacidad lo dejan muy claro.
Esto no es del todo así, y de hecho dista bastante de la realidad. Cuando uno lee algo condicionado y queriendo entenderlo de una determinada forma es muy normal que tienda a verlo como antes de leerlo pensaba que iba a ser. Quizás peque aquí de eso mismo en el sentido contrario, pero intentaré hacer un análisis lo más objetivo posible, y creo que es fácil ya que me preocupo mucho por la privacidad de lo que subo a la nube, así que estamos ante un tema muy importante.
Empecemos echando un vistazo a las condiciones de uso de Dropbox, SkyDrive y Google Drive.
“Your Stuff & Your Privacy: By using our Services you provide us with information, files, and folders that you submit to Dropbox (together, “your stuff”). You retain full ownership to your stuff. We don’t claim any ownership to any of it. These Terms do not grant us any rights to your stuff or intellectual property except for the limited rights that are needed to run the Services, as explained below.”
Lo que viene a significar que se aclara específicamente que lo que subamos será siempre nuestro y de nadie más.
“5. Your Content: Except for material that we license to you, we don’t claim ownership of the content you provide on the service. Your content remains your content. We also don’t control, verify, or endorse the content that you and others make available on the service.”
Donde nos explican claramente que lo que alojemos en su espacio será siempre nuestro.
“Your Content in our Services: When you upload or otherwise submit content to our Services, you give Google (and those we work with) a worldwide licence to use, host, store, reproduce, modify, create derivative works (such as those resulting from translations, adaptations or other changes that we make so that your content works better with our Services), communicate, publish, publicly perform, publicly display and distribute such content.
The rights that you grant in this licence are for the limited purpose of operating, promoting and improving our Services, and to develop new ones. This licence continues even if you stop using our Services (for example, for a business listing that you have added to Google Maps).”
Y aquí vienen los problemas. La clave está en el primer párrafo, donde dice que damos a Google licencia para usar, almacenar, reproducir, modificar y unas cuantas cosas más con el contenido que subimos a Google Drive. Hay que reconocer que esto asusta bastante, no lo vamos a negar, pero habría que preguntarse qué significa realmente, si esa licencia es estar entregando a Google la posesión de nuestros archivos o no. Sin leer más en las condiciones yo incluso me lanzaría a decir que no, ya que parece que lo que Google pide es permiso para poder mostrarte a ti mismo el contenido que subes. Google Drive y cualquier otro servicio de alojamiento en la nube está pensado no como un disco duro sin más, sino como un espacio accesible desde cualquier lugar, y para poder acceder desde cualquier lugar tendremos que darle ese permiso.
Pero aún así si leemos detenidamente el segundo párrafo veremos que efectivamente Google pide esa licencia con fines exclusivos de funcionamiento, para mejorar el servicio y desarrollar nuevos. Y vayamos más allá. Si leemos más aún las condiciones de servicio de Google Drive llegaremos a un párrafo que dice:
“Some of our Services allow you to submit content. You retain ownership of any intellectual property rights that you hold in that content. In short, what belongs to you stays yours.”
Así que ya no hay excusa. Google también cita específicamente en sus condiciones que todo lo que antes de subir a Google Drive era tuyo, una vez subido sigue siendo tuyo, como hacen Dropbox y SkyDrive. En mi opinión la polémica montada alrededor de todo esto es un poco exagerada, y creo que no habría que darle demasiadas vueltas, aunque claro, parece un poco complicado dejar algo tan importante a la interpretación, pero en este último párrafo Google deja muy claro que lo tuyo sigue siendo tuyo, no suyo.