Los mejores momentos, históricos e inolvidables de los Juegos Olímpicos
El más rápido de la historia, Usain Bolt
Pongámonos en situación: Pekín, 2008, 16 de agosto, carrera de 100 metros lisos. Un tal Usain Bolt, que unos meses antes había logrado batir el récord del mundo conseguido por su compatriota Asafa Powell es el gran favorito para ganar la carrera.El árbitro dispara al aire, todos los corredores salen, y en efecto, tal y como el mundo entero había predicho, el jamaicano Usain Bolt se proclama campeón de los 100 metros lisos, batiendo su propia marca, pero no solo eso, sino que al final de la carrera baja un poco el ritmo para así poder celebrar la victoria… ¡¡y todo esto con una zapatilla medio desatada!!
El mate de Rudy
Si eres aficionado al balonesto, seguro que recuerdas esta gran jugada en los JJOO de Pekín de 2008, protagonizada por Rudy Fernández, jugador del conjunto español, en la final contra la todopoderosa Estados Unidos.
Estados Unidos, tras el fracaso que protagonizó en el mundial de 2006 de Japón en el que cayó eliminada en semifinales contra Grecia siendo favorita (mundial que ganó España) tenía una cuenta pendiente con ellos mismos, una espina clavada que tenían que quitarse como fuese.
En la final, los dos equipos favoritos se enfrentaron, se esperaba un duelo emocionante entre España y Estados Unidos, el campeón del mundo contra un equipo formado por muchas de las estrellas de la NBA. Y aunque finalmente el partido se lo llevaron los americanos (no me quiero meter en temas de arbitraje :P) Rudy nos dejó una de las mejores jugadas que recuerdo, ¡un mate en la cara del gran Dwight Howard!
Michael Phelps, el hombre más rápido en el agua.
Seguimos con los juegos olímpicos de 2008, ese año afortuandamente tuvimos muchos momentos que pasaron a la historia. Una de las grandes proezas de la historia del deporte la consiguió el noteramericano Michael Phelps, un hombre cuyo hábitat natural parece ser el agua.
En Pekín, Phelps logró nada más y nada menos que 8 medallas de oro, de las 14 medallas de oro olímpicas que tiene, y 16 en total, superado únicamente en número de medallas por la gimnasta soviética Larissa Latynina, quien consiguió un total de 18.
Su dominio en el agua fue asombroso, como podemos observar por los resultados. Fue considerado el deportista más mediático de los JJOO de Pekín por sus sorprendentes resultados,y es considerado el mejor nadador de la historia.
Nadia Comaneci, la perfección hecha gimnasta
Nadia Elena Comaneci nació en Rumanía en 1961. En 1970 comenzó a competir a nivel nacional. A los 13 años Nadia Comaneci tuvo su primer éxito importante: ganó tres medallas de oro y una de plata en el Campeonato Europeo de Gimnasia en Skien, Noruega. Un año después, en 1975, la gimnasta superó con cuatro victorias individuales a la soviética Lyudmila Turishcheva, pentacampeona, se alzó con la primera posición en la clasificación general individual de las competiciones preolímpicas de Montreal. Ese mismo año, Associated Press la eligió Atleta del Año.
Pero hasta un año más tarde, no conseguiría su mayor logro, corría el año 1976, y una jovencísima Nadia, con tan solo 14 años, se disponía a participar en unos juegos olímpicos. -¡Qué joven- Pensaréis, pero esta niña de tan solo 14 años consiguó algo que jamás nadie había logrado, la perfección, ya que consiguió el primer 10 en la historia de la gimansia femenina.
Como curiosidad, los marcadores no estaban preparados aún para mostrar la marca perfecta y mostró un 1.00 en su lugar.
Dereck Redmond, el campeón que no puedo ganar
Corría el año 1992, Barcelona era la sede de los juegos olímpicos. Uno de los atletas más destacables era Dereck Redmond. Durante toda su carrera, Dereck se había visto perseguido por las lesiones, que le habían hecho pasar por el quirófano en mumerosas ocasiones, pero ese año era diferente, llevaba meses entrenándose, y su único objetivo era la prueba de los 400 metros, para la que era el gran favorito.
Llegó el día de la semifinal, todos los expertos coincidían en la superioridad de Dereck, en teoría, para él esa carrera debía ser poco más que un paseo, intentando cansarse lo menos posible para llegar en plenas facultades a la gran final.
Pero la vida no siempre nos da lo que merecemos, y cuando quedaban 200 metros para alcanzar la línea de meta, el gran favorito, Dereck Redmond, paró y se arrodilló en el suelo, mostrando grandes gestos de dolor. Ese día terminó su carrera deportiva, se había roto el tendón de Aquiles.
Pero como todos los campeones, Dereck se levantó con la inteción de terminar la carrera, aunque esta ya había finalizado. Los organizadores intentaron frenarle, pero una persona entre la multitud saltó a la pista. Acompañado por su padre, completó una vuelta recibiendo una gran ovación. Su padre en un principio saltó para parar a su hijo, pero éste último se negó y le pidió que le acompañara a completar la vuelta.
El gol olímpico
Por este nombres es por el que se conoce al gol que se marca directamente desde el saque de esquina, y su origen tiene bastante que ver con las olimpiadas.
Aunque el nombre puede dar lugar a confusión, el primre gol olímpico no se marcó en unas olimpiadas, aunque el equipo que lo encajó sí fue el campeón olímpico.
Era el año 1924, tras las olimipadas de París, Uruguay se coronó como el mejor equipo del mundo (por esa época todavía no se celebraba el mundia de fútbol). A su regreso, organizó dos partidos contra sus vecinos argentinos.
El primero de los dos partidos acabó en empate, un gol para cada uno de los conjuntos, pero el segundo partido fue diferente. Este encuentro se jugó un 2 de octubre de 1924, en Argentina. El partido es especial, pero no por el resutaldo, sino por lo que ocurrió en una de las jugadas. El conjuto argentino disponía de un saque de esquina, Cesáreo Onzari se disponía a sacar, y para sorpresa de todos, el balón entro dentro de la portería ¡directamente desde el corner!
Este mítico gol pasó entonces a denominarse gol olímpico, ya que el equipo que lo recibió era nada más y nada menos que el campeón.
La llama olímpica
Barcelona 92, seguro que más de uno se acordará de ese año, especialmente porque la ciudad catalana fue la sede de los JJOO. Como ya hemos hablado anteriormente, ese año se consiguieron muchos grandes logros a nivel deportivo, pero si hay algo que todavía permanece grabado en la retina de muchos fue la ceremonia de apertura, una de las más impresionantes que se recuerdan.
Probablemente el momento más emocionante y más recordado durante todos estos años fue la manera en la que la llama olímpica fue encendida.
Antonio Rebollo fue el encargado de encender aquella llama, ni más ni menos que con una flecha desde una distancia más que considerable. Hay muchas teorías sobre si la flecha entró o fue todo un montaje, pero lo importante no es eso, sino el increíble efecto y la magnífica puesta en escena que lograron, ¿o acaso son reales los trucos de un mago? 😉
Y para acabar, ya que hemos citado la polémica de la llama Olímpica de Barcelona 92, un poco de humo al respecto: