¿Cuánto dinero hay en el mundo?
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¿Os acordáis del revuelo que causó hace tan solo unas semanas el tema Bitcoin? No, tranquilos, no vamos a darle más vueltas al tema Bitcoin (por ahora). Pero en base a lo sucedido con esta moneda virtual, os invito a reflexionar conmigo sobre los motivos de este repentino crack, y por qué no, a tratar humildemente de comprender un poco mejor el actual sistema económico mundial que tantos dolores de cabeza nos está dando en los últimos años… (¡nadie ha dicho crisis eh!).
El valor del oro
Para entrar en materia podemos remontarnos décadas atrás, antes de La Gran Depresión, tiempos en los que las monedas utilizadas para comerciar valían literalmente su precio, fabricadas (a conciencia) en materiales realmente escasos como el oro o la plata. Esta cualidad dotaba intrínsecamente a las monedas de un valor innegable para la sociedad, capaz de obviar cualquier tipo de presunción o consenso social.
Pero como casi todo en esta vida, este sistema se fue deteriorando poco a poco debido, entre otras cosas, a la difícil situación que había que afrontar a la hora de transportar grandes sumas de dinero, y es por esto precisamente, que empezaron a utilizarse los billetes. En aquella época, finales del siglo XIX, cualquiera que tuviera uno de estos billetes a mano, podía acudir al banco emisor con la intención de canjear el mismo por su equivalente cantidad de oro. Dado que cualquier divisa tenía su valor equivalente en oro, este sistema económico llegó a bautizarse como “el patrón oro”.
Entonces se puso de moda la especulación en Bolsa, y con ella llegó La Gran Depresión. La especulación en Bolsa, a grandes rasgos, no es más que comprar acciones a un precio determinado, con la intención de vender esas acciones cuando su valor (o precio) haya aumentado. Lógicamente en este sistema ya entran en juego muchos factores, uno de los que más me llaman la atención es el “sistema de confianza” que todos tenemos asimilado hoy día.
Comerciamos con materiales que no cubren su valor por sí mismos, el material del que está hecha una moneda de dos euros no vale dos euros, y esto, aunque parezca una trivialidad, es el motivo principal por el que una divisa puede devaluarse. Esa moneda de dos euros tiene un valor acordado intencionadamente, un valor virtual que siempre oscila en función de las relaciones internacionales.
El valor del PIB
Los billetes que se utilizaban cuando tenía vigencia “el patrón oro” tenían una equivalencia directa en oro, el cual, a lo largo la historia de la humanidad, siempre ha tenido un gran valor debido, entre otras cosas, a su escasez. Quiero insistir en este concepto porque es clave: el billete era directamente canjeable por una cantidad fija de oro, sin valores intermedios, siempre tendrías la cantidad indicada en el billete, ni un gramo más, ni un gramo menos.
Sin embargo, el dinero que utilizamos en la actualidad no tiene una equivalencia predeterminada en oro. En su lugar, el valor que respalda el metal y el papel con el que realizamos hoy nuestras transacciones es el PIB (Producto Interior Bruto) de la entidad (país, zona, región…) que emite tal divisa, lo que significa, que si el PIB de una región disminuye, la moneda de esa región puede devaluarse.
Así que ahora nos encontramos con dos valores de referencia completamente independientes: por un lado tenemos el PIB, el cual como todos sabemos, varía en función de la gestión de los recursos del país; y por otro lado tenemos el oro, cuyo valor varía en función de la situación económica actual… o no.
La moneda atemporal
El oro es un metal precioso considerado como tal desde que la humanidad tiene memoria, es un mineral que siempre se ha utilizado en joyas y objetos de alto valor debido a su exclusividad. De hecho, hoy en día este metal se extrae mediante unos procesos muy costosos en cantidades tan ínfimas, que la cantidad de oro en circulación puede considerarse constante a efectos prácticos. Con lo cual, el euro siempre tendrá sus altibajos al igual que el dólar o cualquier otra moneda, pero hay muchos factores que nos hacen pensar que el oro tiene un valor mucho más constante, y que por tanto, es mucho más interesante para inversiones a largo plazo.
No es casualidad que muchos bancos tengan sus propias reservas de oro, ni que se haya fijado una cantidad máxima de Bitcoin en circulación que nunca podrá ser rebasada… El oro ha sido, es, y probablemente será, un valor seguro establecido naturalmente que sirve de referencia para cualquier tipo de divisa. Aunque después de todo, resulta irónico pensar que el valor que otorgamos al oro, es la convención más fuerte creada en la historia de la humanidad.