Adobe actualiza su DRM para ebooks y abandona a los usuarios
Tarde o temprano debía suceder. Ya sabemos el debate que surgió en su tiempo sobre el DRM en los libros electrónicos cuando el mercado empezaba a montarse y organizarse. La llegada de los libros al mundo digital no respectaría una de las características que define al libro en su formato tradicional: compartir y leer libremente.
La función del DRM debía ser la de proteger al creador y al mercado de la piratería limitando el libro de unas formas determinadas. Como lector de libros electrónicos que soy , la verdad es que nunca me he sentido perjudicado o incordiado por este sistema, que de por sí podía crear incompatibilidades entre libros y dispositivos.
He de reconocer que la gran experiencia que hasta la actualidad he disfrutado con mi libro electrónico y su ecosistema se la debo totalmente a Amazon. Los libros de Amazon están protegidos por el DRM creado por la misma Amazon, pero el ecosistema está tan bien montado y su catálogo es tan extenso que comprar libros y leerlos es una experiencia placentera y satisfactoria.
Evidentemente Amazon es la plataforma más grande que existe, y tiene medios de sobra para crear su propio DRM. ¿Que pasa con las tiendas de libros electrónicos mas pequeñas o independientes? Estas quieren proteger su contenido y al mismo tiempo, al no disponer en la inmensa mayoría de los casos de un libro electrónico propio, poder ser leidos desde dispositivos de distintas marcas. La mayoría de tiendas adoptaron el DRM de Adobe, la solución que ésta ofrecía.
Durante todo este tiempo, la utilización del DRM en muchas plataformas ha sido contraproducente. Para los usuarios finales, comprar un libro en según que tienda para leerlo en su eBook Reader ha sido una tarea costosa y difícil, muy lejos de las experiencias que ofrecen Amazon o Apple. Para muchos usuarios, descargar el libro mediante otros métodos ha sido una solución más fácil y rápida que hacerlo desde una tienda oficial.
La última vuelta de tuerca ha llegado ahora, con el anuncio de Adobe de actualizar su DRM a una nueva versión sin tener en cuenta lo que esto supondría para sus usuarios. En caso de que el DRM se actualice, con toda seguridad implicará incompatibilidad con los ebooks de muchas marcas, que dejarían de poder leer los libros con la nueva versión. Esto se solucionaría actualizando también el firmware de los dispositivos, pero aquí está el problema…
Los eBooks Readers antiguos siguen funcionando a las mil maravillas. Estamos hablando de un tipo de dispositivo que – al menos hasta ahora- mientras fuese funcional, cumplía su cometido, y encontrábamos pocos motivos para sustituir nuestro dispositivo por uno nuevo, ya que todo y las novedades que han ido apareciendo en generaciones posteriores de lectores, la función central de éstos ha seguido siendo la misma: leer.
Suponer que todos los lectores de eBooks se podrán actualizar sus firmwares compatibles con Adobe DRM es muy ingénuo, ya que muchos de los dispositivos que la gente usa y que se verían afectados por la actualización están descatalogados o bien han sido relevados por nuevas generaciones.
Con toda seguridad, esta actualización de Adobe supondrá el fin técnico de muchos lectores de eBooks, que simplemente dejarán de poder abrir los libros. Es una situación totalmente injusta para todos aquellos usuarios que compran legalmente libros, ya que los que consiguen libros por otros métodos y sin DRM no se verán afectados. ¿Cual es la moraleja de esto?
Al final el usuario es el más perjudicado de esta situación. La relación entre el DRM y que este no se volviese en contra del consumidor se basaba en la confianza de que Adobe no haría una acción así repentinamente. La experiencia de comprar un libro debería ser más sencilla: encontrarlo en la página o tienda que deseemos, pagarlo y usarlo en nuestro dispositivo sin más.