Facebook cumple 10 años entre montañas de dinero y dudas ante el futuro

Es muy fácil hablar de una tecnología como que ha “cambiado la manera en la que pensamos”, o que ha provocado que “el mundo ya no sea el mismo”, y otras exageraciones, pero la verdad es que en el caso de Facebook es cierto. Desde su lanzamiento oficial hace diez años, Internet ha cambiado sobremanera, los internautas hemos descubierto otra manera de comunicarnos, y sobre todo se ha iniciado un debate sobre el anonimato en la red que de otra manera no se habría producido. En ese sentido, Mark Zuckerberg debería estar orgulloso.

Facebook ha cambiado Internet… ¿a mejor?

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Un Zuckerberg que en su propio post conmemorativo afirma que la única razón por la que su proyecto triunfó es porque le importaba. Qué le importaba está sujeto a debate, ya sea la utopía de tener a todo el mundo conectado entre sí, o su utopía personal de ganar absurdas cantidades de dinero usando datos ajenos. Sea como fuere, puede decirse que ha cumplido ambas; hoy ya no usamos “amigo” para definir a la persona cercana a nosotros, sino a alguien que una vez se nos unió en la red social; de la misma manera, nuestra vida pasa por los servidores de Facebook, que la comparten a su vez con anunciantes por una cada vez mas elevada cuota.

Cifras con letra pequeña

Esto no ha evitado que Facebook consiga unas cifras de escándalo: con 1.230 millones de usuarios mensuales, y mas de 200.000 millones de conexiones entre amigos, se trata de una auténtica red de redes en la que casi literalmente está todo el mundo, o al menos todo el mundo que nos interesa. Eso sí, la propia Facebook admite que entre el 5.5% y el 11.2% de las cuentas son falsas, solo uno de los muchos síntomas que revelan los problemas internos del producto.

Las que si tienen a usuarios de verdad detrás podrán usar la nueva función “A look back”, un repaso al uso mas importante que le hemos dado a la red social.

Zuckerberg, de adolescente introvertido a multimillonario

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No es que importe mucho en estos momentos. Zuckerberg está cerca de formar parte de un exclusivo club, en el que otros gigantes de la otrora llamada Web 2.0 descansan. Pronto verá como sus ganancias pueden compararse con las de Jeff Bezos de Amazon, y Larry Page y Sergey Brin de Google; buena compañía.

Pero ese no es el fin, ni mucho menos. Después de diez años Facebook empieza a darse cuenta de que lo que está haciendo no es suficiente, y aplicaciones como Paper y una vuelta parcial al anonimato revelan parte de sus planes para el futuro.