¿Qué beneficio tiene para la sociedad un recluso? ¿Debería tener alguno? Estas son cuestiones que pueden debatirse eternamente, y cada sociedad responderá de una manera diferente; en Brasil decidieron pasar a la acción, y experimentar con la posibilidad de que las personas encerradas en sus prisiones aporten algo al resto. En particular, la energía en sus piernas.

Pedaleando por la libertad, y por la energía eléctrica

En la prisión de Santa Rita do Sapucaí, en el sureste de Brasil hay unas bicicletas disponibles para cualquier recluso que quiera usarlas; sin embargo, no les servirán para darse un paseo y ni mucho menos para escaparse, porque están firmemente ancladas en el suelo. En vez de eso, las ruedas traseras están conectadas a baterías que se cargan con su pedaleo; la energía eléctrica generada se usa para encender diez farolas del paseo al lado del río de la ciudad.

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Todo esto forma parte de un plan al que los reclusos se pueden apuntar de manera voluntaria: por cada tres días de ocho horas que pasan en las bicicletas, tienen que servir un día menos de condena en la cárcel de mediana seguridad en la que están. No solo eso, sino que según ellos mismos, su estancia mejora: pasan de ver el sol apenas un par de horas al día, a estar al aire libre constantemente. Al pedalear sienten como la libertad está mas cerca, literalmente hablando.

Fuente | Associated Press