Hace un par de días os hablamos de una app de Google Glass (Emotient) destinada a reconocer las emociones de la gente con las que estamos hablando (con las gafas puestas, claro). En el caso que nos ocupará hoy veremos este concepto aplicado a los vehículos gracias a una nueva investigación

Automóviles más seguros

Unos investigadores europeos del Signal Processing Laboratory 5 de EPFL (LTS5) en asociación con el Peugeot Citroen PSA han desarrollado un sistema capaz de vigilar mediante una cámara dentro de nuestro vehículo que emoción estamos expresando, y poder así afianzar la seguridad de la conducción si lo que se detecta es rabia o ira por ejemplo. Su idea es que si se detecta que estamos irritados o enfadados, nos volvemos más agresivos y menos atentos a la carretera, lo que acaba produciendo accidentes. El sistema evitaría estas situaciones.

De la misma manera, esta tecnología también podría reconocer el cansancio y la fatiga mediante la medición del porcentaje de cierre de párpados y nos indicaría que es hora de tomar un descanso (mucho mejor que acabar teniendo un accidente y un disgusto por dormirnos al volante).

¿Cómo funciona el sistema?

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Según explican estos científicos, el artilugio sería una cámara de infrarrojos colocada detrás del volante del coche para rastrear las siete emociones no modificables conocidas de la cara: Miedo, Ira, Alegría, Tristeza, Disgusto, Sorpresa y Sospecha. Dichas emociones son tan intrínsecas a la naturaleza humana que tienen movimientos musculares muy específicos, y estos pueden ser captados fácilmente por una cámara de infrarrojos y un software de visión adaptado.

Dicho software realiza un seguimiento de los ojos, la boca, la nariz y los movimientos para calcular que emoción se produce. Si es ira o disgusto durante un tiempo suficiente, el programa entenderá que estamos estresados y propensos a hacer alguna estupidez, por lo que el actual prototipo nos avisaría de la obviedad, pero se espera que cuando evolucione esta tecnología pueda hacer más cosas (como parar el coche, por ejemplo). Si nos detecta cansados, también nos avisaría, y la idea es que cuando el programa evolucione sea capaz de programar descansos o, de la misma manera que el caso anterior, pueda reconducir el vehículo a un área de descanso cercana. Esta evolución será posible cuando los coches autónomos estén más avanzados.

El futuro de la tecnología de las emociones

Según comenta el LTS5, se espera que en un futuro este software de visión pueda detectar otros estados como la distracción o lea los labios, por lo que podría ayudar adjuntarle un reconocimiento de voz al coche. Eso si, cabe destacar que algunas de estas tecnologías ya se están produciendo en coches actuales (el Mercedes Benz Clase S usa el volante para detectar si nos encontramos somnolientos). No es el mismo sistema de seguridad, ni mucho menos, pero los sensores de este coche detector de emociones combinarían tecnologías del volante, cámara de infrarrojos, sensores en los asientos, sensores sonoros y otras técnicas.

Algún día, con coches totalmente autónomos, puede que tengamos la suerte de que nuestro propio vehículo sea capaz de devolvernos a casa cuando nos perdamos usando la ruta más corta. Quién sabe.

Vía | EPFL.