El juego online en el que controlas a una persona real
Ya hemos hablado de las posibilidades que ofrece la realidad virtual para meterse en la piel de otra persona y vivir sus experiencias, pero hasta ahora no eran mas que experimentos aislados, mas una curiosidad que algo que pudiésemos disfrutar en persona. Además, estos experimentos siempre consisten en “experimentar” y nunca “influir” en la otra vida. Esto está a punto de terminar con Omnipresenz, un proyecto nacido en Indiegogo que añade una capa de interacción a la idea de ser otra persona durante un tiempo limitado.
Un juego real
Omnipresenz es como un videojuego en el que controlamos un avatar, con la gran diferencia de que ese avatar es una persona real que lleva un casco con una cámara que hace streaming de vídeo hasta nuestro sistema. Con la interfaz integrada podemos saber dónde estamos así como mandar órdenes a esa persona, aunque además hay un par de mecánicas interesantes por lo originales que son. En la parte derecha de la pantalla podemos ver los datos de la persona que “controlamos”, y es donde podemos poner las órdenes que queremos que haga, así como un chat.
Pero este menú solo nos permite hacer un número limitado de acciones; el verdadero potencial está en el menú de la izquierda, donde podemos mandar acciones que requieran dinero para ejecutarse; sus creadores lo definen como un proyecto de crowdfunding en el que la comunidad puede aportar para que el avatar realice acciones adicionales, aunque personalmente me recuerda mas a los micropagos de algunos videojuegos. Sea como sea, si se consigue la cantidad necesaria el avatar realizará la acción siempre y cuando no vaya contra la ley y no cometa daños a otra persona o al propio avatar. También existen las llamadas “buenas acciones”, en las que el avatar ayuda a los que están a su alrededor e impactando de esta manera en la comunidad local.
Incluso con esas restricciones es inevitable que tarde o temprano haya problemas, aunque probablemente ese sea el mayor reclamo inicial de este proyecto, atraer a los interesados en algo nuevo. La duda será si conseguirá mantener la atención una vez que la novedad desaparezca. Se espera que el primer juego de prueba sea en Barcelona, y para participar hay que pagar un mínimo de 10€.