El precio de los videojuegos nunca parece bajar, pero no has visto lo peor, Dying Light, un videojuego que cuesta 340.000 €.

Hay que especificar. Puedes comprar Dying Light por “apenas” 49.99 € en Steam y por algo más en consola, y de hecho mucha gente lo está haciendo; este juego pertenece al popular género de supervivencia de zombis popularizado por Day-Z, y pese a un arranque complicado va camino de convertirse en un referente. Entonces, ¿realmente merece la pena la edición “My Apocalypse” de 250.000 libras esterlinas?

La respuesta corta es sorprendentemente, sí, pero no por el juego en sí. Y es que no estamos ante un intento ruin de sacarle dinero al jugador a cambio de mejoras cuestionables, como ocurre con muchos juegos Free-to-play, sino que esta edición “especial” recupera el significado de esa palabra; cuando la compres no recibirás una figurita barata y las gracias, sino una auténtica experiencia de supervivencia zombi.

Dying Light no se anda con chiquitas

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La estrella del paquete es el refugio contra zombis, que seguramente os sonará a los lectores de Omicrono y que por sí solo ya cuesta 70.000 libras. Si alguna vez la epidemia zombi se hace realidad podrás poner en práctica lo que aprendiste en el juego y sobrevivir como puedas. Para ayudarte el paquete también incluye derecho a asistir a lecciones de parkour para escapar sin sufrir ni un arañazo, aunque para eso tendrás que cuidar algo el físico.

Ver un muerto viviente puede ser algo chocante, y por eso la estatua a tamaño real de uno de los monstruos del juego te servirá para decorar el refugio y estar siempre alerta. Y cuando digo “siempre” quiero decir “siempre”: el paquete también incluye pañales para adultos, además de unas gafas de visión nocturna. En ese sentido los dos pares de auriculares Razer Tiamat no serán de gran ayuda pero servirán para pasar el rato escuchando música en vez de quejidos.

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Por esa cantidad de dinero hasta los desarrolladores del juego ponen de su parte: no solo podrás ir a conocerlos sino que ofrecerán el premio más triste del paquete: perder a propósito en una partida contra ti para que puedas presumir. ¿Quién quiere presumir de haberse gastado 340.000 € para vencer en un juego? Bueno, seguramente más gente de la que pensamos.

Para terminar, y hablando del juego, también recibiremos cuatro copias firmadas de Dying Light para Xbox One además de la posibilidad de que uno de los monstruos lleve nuestra cara, seguramente para que el resto de jugadores pueda resarcirse contra nosotros.