El escándalo Volkswagen está lejos de acabar: la modificación de los datos en tests de emisiones también llega a un motor de gasolina.

Si creíamos que el caso Volkswagen de falseo de emisiones en coches con determinados motores diésel se había acabado, ahora se suma al escándalo un nuevo factor: también afecta a un motor alimentado por gasolina.

Volkswagen ha reconocido que tras aplicar nuevos controles internos a más de 800.000 coches, han encontrado “incoherencias” entre las cifras de emisiones declaradas y las que realmente se han producido también en un motor gasolina, además, de los diésel ya conocidos.

También hay incoherencias en las mediciones de CO2

El escándalo no afectaba sólo a Volkswagen, sino también al resto de marcas del grupo que montaban el mismo motor diésel, como Skoda, Audi o Seat, incluso en los últimos días ha salpicado a Porsche. Se estima que el coste para la compañía ascendería al menos a 2.000 millones de euros, y no es que estén en una buena situación actualmente.

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Volkswagen inició una investigación interna tras admitir que al menos habría 11 millones de vehículos afectados en el todo el mundo que utilizan el software de alternación de emisiones de oxido de nitrógeno ante pruebas, pero en el último informe se hace mención también a que habría datos dispares en relación a las cifras de dióxido de carbono.

De momento no han dado más detalles sobre qué motores gasolina están afectados (los diésel se centraban en la unidad EA189 Euro 5). La situación no es buena para el fabricante, que en el tercer trimestre de 2015 registró unas pérdidas de 1.670 millones de euros, las primeras en un periodo de 15 años.

Vía | WSJ