7 catástrofes naturales que han dejado huella en la Tierra
Las catástrofes naturales suelen traer consigo pérdida de vidas humanas y daños materiales. Sin embargo, a veces dejan paisajes tan bellos como estos
20 abril, 2016 20:18Noticias relacionadas
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La superficie terrestre está continuamente cambiando gracias a los movimientos de las placas tectónicas, los terremotos, los volcanes o las lluvias.
Normalmente, estos cambios son tremendamente lentos, de manera que requieren años para ser apreciados. Un ejemplo de ellos es el movimiento de las placas tectónicas (y de los continentes, al fin y al cabo), que se estima en 2,5 centímetros al año.
Sin embargo, a veces se producen grandes catástrofes naturales que modelan el paisaje en un instante. Hoy os traemos una selección de 7 de estos acontecimientos que han dejado bellas cicatrices en nuestro planeta.
1. La montaña humeante
Así conocían los nativos locales al Monte Santa Helena, un volcán activo situado en el estado de Washington (EE.UU). En 1980, su erupción dejó decenas de muertos y miles de millones de dólares en daños materiales.
Tras ella, el volcán perdió 400 metros de altura, además de dejar en su cima un cráter de 1,5 kilómetros de ancho.
2. El desierto de Atacama
Considerado como el más árido del planeta, el desierto de Atacama se sitúa en la costa pacífica de Chile. En él se mezclan géiseres, volcanes de 6.000 metros de altura, lagunas, grandes llanuras y materiales de todos los colores imaginables.
Todo ello se origina por la intensa actividad volcánica presente en sus alrededores que ha provocado escapes de rocas y gases y ha ido puliendo un paisaje inhóspito y espectacular.
3. Las cataratas del Nilo Azul
El río Nilo Azul, precursor del Nilo, forma en Etiopía las cataratas más grandes de toda África. Las más grandes en la estación lluviosa, cuando el río puede medir 400 metros de ancho.
En la estación seca, apenas unas gotas caen por los gigantescos acantilados. Estas cataratas se han formado gracias a la combinación de macizos y fallas, que construyen un paisaje que parece cortado a pico de hacha.
4. El volcán Laki
Este espectacular paisaje islandés ha sido originado por la actividad volcánica de una fisura en la corteza terrestre. En 1783 las erupciones volcánicas en esta zona, que se prolongaron durante meses, produjeron toneladas de lava y gases venenosos.
Su acción hizo que 9.000 islandeses y la mitad del ganado de la isla murieran. En los años posteriores se produjo una hambruna en la que murieron aproximadamente 6 millones de personas.
5. El Bumerán del Pacífico
La cima de un volcán sumergido en el Océano Pacífico, cerca de Hawaii, origina una isla espectacular en forma de media luna. Su forma ha construido una bahía protegida de las olas y la marea. Gracias a ello sus aguas son tranquilas y cristalinas, lo que lo convierte en el sitio preferido de turistas, peces y pájaros.
Este idílico paisaje contrasta con lo que debió suceder hace cientos de miles de años, cuando violentas erupciones volcánicas sacudían esta parte de la Tierra.
6. La gran inundación de 1993
Así se conoce en Estados Unidos a las crecidas de los ríos Mississippi y Missouri, ocurridas en este país en 1993. Las consecuencias fueros devastadoras, con más de 30 muertos y 15 billones de dólares en daños materiales.
El agua inundó cientos de miles de kilómetros, lo que dejó bellas fotografías tomadas por satélite.
7. El cráter Barringer
En Arizona (EE.UU.) se encuentra el cráter Barringer, una gigantesca hondonada en medio del desierto de 1.200 metros de diámetro y 170 metros de profundidad. Se produjo como consecuencia del
En aquella época, el desierto de Arizona era un próspero bosque habitado por mamuts, perezosos gigantes y probablemente humanos. El impacto, de fuerza similar a 150 bombas atómicas, tuvo que suponer una catástrofe para este antiguo ecosistema y para los animales que en él vivían.