Las claves del caso de la Comisión Europea contra Google
Todo lo que debes saber para entender el caso de la Comisión Europea contra Google por posición dominante y prácticas anticompetitivas.
20 abril, 2016 14:18Noticias relacionadas
Habemus culebrón para mucho tiempo: la Comisión Europea ha acusado oficialmente a Google de prácticas anticompetitivas.
Es una de las noticias del día y la tendremos en titulares para largo, porque el caso de la Comisión Europea contra Google puede salirle muy caro a la compañía que todos conocemos por su buscador.
En concreto, la Comisión ha llevado a cabo una investigación que ha concluido con cargos oficiales contra Google por abusar de su posición dominante en el mercado, imponiendo restricciones a fabricantes de dispositivos y también a los operadores. Vamos a hacer un repaso rápido y claro de lo que ha ocurrido y lo que está por venir.
¿Quién está involucrado en el caso?
Está bastante claro que una de las partes afectadas es Google, que ahora forma parte de Alphabet. Y por la otra parte está la Comisión Europea, que es el órgano que se encarga de defender los tratados de la Unión Europea, de proponer legislación y de aplicarla. Es decir, es el órgano ejecutivo y legislativo de la UE.
¿Por qué se investiga a Google?
Como hemos dicho, la comisión vela para que se cumplan las leyes y tal y como dice el Artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, se prohíbe cualquier posición dominante que afecte al comercio e impida la competencia.
El caso contra Google (y Alphabet, obvio) no es nada nuevo. En concreto la CE inició un procedimiento en abril de 2015, debido a la posición de Google en el mercado europeo, pero salpicando directamente a sus prácticas con Android.
Recordemos que la cuota de mercado de Android en Europa es tremenda, en torno al 90%.
¿Cuáles son los cargos contra Google?
Así, tras casi un año de investigación, hoy la Comisión Europea a comunicado oficialmente su acusación contra Google por posición dominante y por imponer prácticas a fabricantes y operadoras en favor de sus servicios.
Hay tres cargos principales, según vemos en el informe de la Comisión Europea.
- Se acusa a Google de exigir a los fabricantes que preinstalen el buscador de Google y el navegador Chrome en los dispositivos con Android. Además, Google es el servicio de búsqueda por defecto. Según la comisión, Google exige que esto se cumpla para conceder las licencias de uso de Play Store, su tienda oficial en Android.
- En segundo lugar, la CE carga contra Google por impedir a los fabricantes que vendan dispositivos móviles con sistemas operativos basados en el código fuente abierto de Android.
- Y por último, se les acusa de dar incentivos económicos a los fabricantes y operadores del mercado europeo para que preinstalen los servicios de Google Search en sus dispositivos.
El problema
Parece obvio por dónde va la Comisión Europea: consideran que todo lo anterior no hace más que favorecer y aumentar la posición dominante de Google, aprovechando ya de por si su holgada cuota de mercado. Impide la libre competencia, poniendo las cosas muy difíciles a otros servicios de búsqueda y aplicaciones de terceros.
Y al mismo tiempo, la CE también tiene en cuenta que las prácticas de Google limitan la capacidad de elección de los consumidores, impidiéndoles conocer alternativas y frenando la innovación.
La respuesta de Google
La respuesta del gigante de la tecnología no ha tardado en publicarse. A través de uno de sus blogs oficiales han comunicado su defensa ante el pliego de cargos de la Comisión Europea.
Según Google, sus acuerdos con los fabricantes de dispositivos son totalmente voluntarios. Instan a cualquiera a descargar el código de Android de manera gratuita, a utilizarlo y modificarlo de manera gratuita en los dispositivos que deseen. Ponen de ejemplo a Amazon y sus dispositivos con FireOS, el fork de Android.
Afirman que todos los fabricantes con los que mantienen relación se comprometen a certificar que sus gadgets con compatibles con todas las apps Android. Dicen que son libres de preinstalar la suite de aplicaciones de Google, así como otras, poniendo de ejemplo apps y servicios preinstalados como redes sociales, apps de Microsoft y demás software que meten las operadores.
Como Android es gratis, Google justifica las licencias de los Google Play Services a otras compañías para soportar los gastos de su desarrollo y mejora continua. Y por último vuelven a hacer hincapié en que cualquier usuario puede personalizar sus dispositivos con aplicaciones de terceros que incluso compiten directamente con las suyas.
¿Qué viene ahora?
Esto no ha acabado aquí. El caso de la CE contra Google va para muy largo.
Ambas parte seguirán con sus acusaciones y defensas. El proceso se alargará, no se sabe cuánto, pero no será cuestión de semanas. Es posible que todo acabe en un acuerdo por el cual Google abone una gran cantidad, pero también es posible que si todo sigue su camino y la CE se lleve la razón, el caso puede costar a Google cientos, si no miles, de millones de euros.
Se amplia la investigación por posición dominante
Meses después, la Comisión Europea continúa investigando el caso contra Google. En un nuevo comunicado, la Comisión ha presentado dos nuevos pliegos donde se informa de irregularidades acusando a Google de supuesto abuso de posición dominante, principalmente al favorecer su servicio de Google Shopping.