¿Merece la pena pagar por una suscripción de videojuegos como EA Access?
Estamos inmersos en la manía de hacer una suscripción para todo lo que se nos ocurra, ¿pero tiene sentido tener una suscripción para videojuegos?
31 julio, 2016 22:39Noticias relacionadas
- Crean una computadora dentro de un juego de construir ciudades... y funciona a base de caca
- La Nintendo Switch se renueva, ahora con hasta 9 horas de batería con el mismo precio
- Puede que Logitech haya solucionado el problema de muchos auriculares gaming: el micrófono
- Steam usará aprendizaje automático para recomendarte juegos
Estamos inmersos en la manía de hacer una suscripción para todo lo que se nos ocurra, ¿pero tiene sentido tener una suscripción para videojuegos?
En 2016 es difícil no tener una suscripción de ningún tipo en la nube, si nos paramos a pensarlo. Dropbox o Google Drive nos ofrecen almacenamiento en la nube a un precio, Netflix o HBO Now nos traen todas las series y películas que queramos a cambio de unos euros al mes, y Spotify o Apple Music hacen lo mismo con la música. Es difícil pensar un campo que todavía no haya visto llegar el modelo de suscripción de una manera u otra, y los videojuegos no son una excepción, ¿pero el modelo de suscripción para tener videojuegos es factible?
EA Access, la suscripción para videojuegos de EA y Xbox
EA Access es un servicio de suscripción de la propia EA en colaboración con Microsoft que, a cambio de 3.99€ al mes, nos da acceso a dos características: probar los juegos de EA antes de que salgan al mercado y el acceso a una librería de videojuegos de manera ilimitada. Es decir, además de poder probar antes los futuros lanzamientos, conseguimos acceso a unos cuantos videojuegos de EA, los cuales pueden ser jugados todo lo que queramos mientras mantengamos la suscripción.
El funcionamiento de la idea es sencillo: una vez nos descargamos la aplicación de EA Access en Xbox One, y adquirimos una suscripción, la tienda de Xbox no nos cobrará nada por descargar los juegos que vienen incluídos. Estos juegos, mientras mantengamos la suscripción, funcionan como cualquier juego que hayamos adquirido por otra vía: podemos jugar sin límites y con el perfil que queramos, no tiene que ser necesariamente el perfil que tiene la suscripción.
Merece la pena destacar que, en casos como el de Battlefield, tenemos también acceso al contenido adicional que han sacado después del juego. Por ejemplo, al descargar Battlefield 4 a través de EA Access, el paquete nos viene con el juego original y con los DLCs del pase de temporada, haciendo que no nos tengamos que gastar más dinero en todo el contenido. La pega es que, al ser una suscripción a una desarrolladora, sólo nos encontramos juegos de EA en esta selección, algo lógico pero que le quita gracia al asunto.
La suscripción no es nueva en videojuegos, ¿no?
En realidad el modelo de suscripción no es nada nuevo en el mundo de los videojuegos: ya estamos acostumbrados a los juegos -como World of Warcraft- que nos piden una mensualidad para jugar, y son muchos los usuarios que pagan una suscripción para poder jugar online con su Xbox o PlayStation. Lo que no habíamos visto en videojuegos es pagar una cantidad fija al mes para tener acceso a una biblioteca en nuestra consola, que es donde EA y Microsoft están experimentando ahora.
Lo más cercano que hemos visto a esta idea ha ido de la mano de la nube, de aquellas ideas de hacer funcionar los juegos en un servidor lejano a nosotros y enviarnos la pantalla para jugar. La difunta OnLive es uno de los mayores exponentes de esta idea, tanto que terminó siendo comprada por Sony para hacerse con sus patentes y recursos. Pero de ahí a permitirnos descargar los juegos en la consola y hacerlos funcionar como si fueran “juegos normales” existe un paso importante.
¿Pueden convivir las ventas de videojuegos con la suscripción?
Y aquí llega la pregunta del millón, provocada al ver cómo servicios como Netflix o Spotify hacen bajar las ventas habituales de sus respectivos mercados: ¿las suscripciones para videojuegos desplazarán por completo a la compra habitual de videojuegos, ambos sistemas serán capaces de convivir, o las suscripciones nunca funcionarán en el mercado?
Tal y como están las cosas ahora mismo es muy improbable que dejemos de comprar videojuegos, a menos que todos los desarrolladores y distribuidores se unan en un servicio de este estilo, o los usuarios estén dispuestos a pagar varias suscripciones a la vez para acceder a los juegos que quieren. Ahora mismo sólo tenemos una desarrolladora en una consola, el resto no han dado ningún paso todavía, así que es pronto para saber si triunfará o no.
Lo que sí se puede sacar del mercado actual es que ambas opciones pueden convivir sin dificultad: puedes tener una suscripción para unos cuantos juegos que te apetece probar, y puedes seguir comprando juegos por los medios habituales si tienes claro que le vas a dedicar tiempo a esos títulos. La decisión al final recae sobre cada jugador, ¿pero vosotros qué opináis?