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¿Funciona el 'Do Not Track' de los navegadores web?

La privacidad en Internet está a la orden del día y 'Do Not Track' es una de las herramientas que existen para ejercerla, ¿pero de verdad sirve para algo?

16 agosto, 2016 22:28

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La privacidad en Internet está a la orden del día y ‘Do Not Track’ es una de las herramientas que existen para ejercerla, ¿pero de verdad sirve para algo?

No sólo agencias de inteligencia como la NSA están interesadas en nuestra información; muchas empresas siguen nuestra actividad en Internet a través de las Cookies, uno de los motivos por los que la Unión Europea obliga a cualquier página que use cookies a notificar al usuario. Y en realidad existen ideas para evitar este seguimiento que nos hacen los anunciantes; el problema es que esas ideas son un fracaso.

¿Qué es ‘Do Not Track’?

‘Do Not Track’ es una de las ideas existentes para evitar el seguimiento de la actividad de un usuario en Internet, y su funcionamiento es sencillo: una vez activado,x el navegador envía una solicitud “de no seguimiento” cuando cargamos una página web.

Esto se hace a través de una función que permite que los navegadores puedan enviar información extra al cargar una página o enviar datos. El ‘Do Not Track’ es una nueva etiqueta con tres estados: 0 para permitir el seguimiento, 1 para no permitirlo y null si el usuario no ha seleccionado una preferencia.

Normalmente es una opción que hay que activar a mano entre los ajustes del navegador, aunque existen navegadores que lo tienen activado por defecto. En otras palabras, se considera que es el usuario el que tiene que expresar su deseo de no ser seguido, siendo el seguimiento la opción predeterminada.

¿Cuál es su problema?

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Lo habéis adivinado: el carácter voluntario de la función hace que cualquier anunciante pueda ignorar nuestra solicitud, y pueda seguirnos por Internet con total libertad. Desde pasar completamente hasta alegar que no conocían la instrucción; la lista de excusas a utilizar para no respetar el ‘Do Not Track’ es enorme. No existe ninguna presión para que se aplique, y las promesas de aplicarlo llevan sin cumplirse desde 2012.

Pero por si eso no era suficiente, sólo tenemos que conocer quiénes están detrás de la implantación de esta medida para saber por qué no funciona. La aplicación de ‘Do Not Track’ está en las manos del W3C, una institución que está controlada por Facebook, Google, Yahoo!, y hasta 422 miembros que miran por sus intereses. Y una buena parte de estos miembros reciben cantidades ingentes de ingresos gracias a la publicidad personalizada, ¿por qué iban a promover una medida para que no funcionase su modelo de negocio?

Microsoft se lo toma en serio… y le llueven tortas

edge 1

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Para comprender mejor el por qué nadie se lo toma en serio, sólo tenemos que remontarnos al lanzamiento de Microsoft Edge y a la instalación de Internet Explorer 10. Al configurar ambos navegadores con el modo ‘Express’ Microsoft activaba por nosotros la opción de no seguimiento, teniendo que pasar por la configuración personalizada o avanzada para desmarcar esa opción.

Microsoft en su momento argumentó que los usuarios preferían un navegador que respetara su privacidad por defecto, pero a la compañía de Redmond le llovieron las tortas: las compañías de publicidad se quejaron y tiraron de recursos legales, mientras que uno de los autores del estándar lanzó un parche para Apache que ignoraba el ‘Do Not Track’ si procedía de Internet Explorer 10.

Por suerte se eliminó ese parche posteriormente, pero el daño ya estaba hecho; Microsoft tuvo que recular y eliminó esta característica con el lanzamiento de Windows 10.

¿Pero el ‘Do Not Track’ funciona de verdad?

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Para averiguarlo sólo tenemos que mirar la lista de páginas web y servicios que respetan las solicitudes. Sí, los dos únicos nombres famosos son Pinterest y Twitter, entre las 20 páginas registradas hasta el momento. O los grandes de Internet se lo están tomando con mucha calma, o están pasando por completo de ayudar a los usuarios a protegerse del seguimiento, y a un servidor le da que es más lo segundo que lo primero.

Además, el planteamiento de Do Not Track es un despropósito, obligando a entrar en el sistema si no queremos ser seguidos. En otras palabras, tenemos que gritar que no queremos cuando lo lógico sería aceptar la publicidad personalidad por nosotros mismos, siendo la opción predeterminada ideal el no ser seguidos.

Para protegerse de verdad existen soluciones -como Disconnect– que se integran en nuestro navegador, y navegadores web que cuentan con funciones integradas -como Epic o Tor– que nos protegen del seguimiento, y que son más efectivas que este ‘Do Not Track’ voluntario.