Nuestro futuro con las ciudades llenas de coches autónomos plantea debates que todavía no estamos dispuestos a abordar, como a quién protegerá el coche en caso de un accidente fatal.

Imagina la situación: un coche autónomo circula por una carretera de doble sentido. A un lado hay un acantilado, por el carril contrario viene un camión a alta velocidad y en el camino se cruza un peatón o un grupo de personas, ¿qué debería hacer el coche?, ¿a quién deberían proteger sus sistemas?

Si hablamos de coches autónomos, gran parte de la población piensa en Tesla porque, pese a que su distribución no es la mayor, sí tienen un gran impacto mediático. Sin embargo no son los únicos que están desarrollando la tecnología necesaria para que en un futuro muy próximo podamos circular por la carretera sin preocuparnos de conducir.

¿A quién debe proteger un coche autónomo?

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Mercedes Benz, del grupo Daimler, ha mostrado en varias ocasiones sus conceptos de conducción autónoma, pero hace unos días uno de los encargados del sistema, Christoph von Hugo, hizo unas declaraciones en el Salón de París que que no han tenido una buena acogida.

“Los coches autónomos de Mercedes antepondrán la vida de los pasajeros a la de los peatones en caso de accidente fatal.” Eso fue lo que recogió Car and Driver ante las cuestiones de seguridad que tendrán los coches autónomos de nivel 4 y 5 de Mercedes Benz.

Es decir, que en una situación como la que planteábamos al principio, el coche autónomo tendría varias opciones: volantazo dirección acantilado, volantazo dirección camión de frente o atropellar al grupo de peatones que se están cruzando y salvar la vida de los ocupantes del coche autónomo Mercedes.

¿Es esto ético?, ¿lo seria hacer lo contrario y salvar a los peatones y realizar una acción que probablemente acabe con la vida los pasajeros? Las palabras de Christoph no han sentado bien, hasta el punto que Daimler ha tenido que corregirlas, asegurando que no se pusieron en contexto y que, por supuesto, son incorrectas. Según ellos, esto sería poco ético, inaceptable e ilegal.

Sistemas tan avanzados que podrán adelantarse a estas situaciones

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En un nuevo comunicado Daimler AG le da la vuelta a la tortilla y dice que ningún sistema automático tiene el derecho a valorar una vida humana y que trabajarán para que esas situaciones de riesgo no se produzcan.

Más allá de la polémica con Mercedes, lo cierto es que nosotros, como sociedad, todavía no nos hemos enfrentado a este debate ético. Por una parte, unos pensarán que el vehículo debe proteger a su conductor, que para eso han pagado por una pieza de tecnología lo suficientemente inteligente como para llevarles de A a B de manera segura.

Por supuesto, otros dirán que una máquina no puede decidir quién vive y quién muere, y otros que los sistemas de conducción autónoma deben ser capaces de distinguir qué partes están incumpliendo las normas de circulación y, por tanto, actuar en consecuencia.

Y vosotros, ¿qué pensáis que sería lo adecuado en una situación así? Es obvio que es algo que no se daría todos los días, pero es perfectamente posible.