¿Sirven de algo las peticiones y firmas online?

La Carta Mundial Abierta a Donald Trump ha vuelto a avivar el debate sobre si las peticiones online realmente sirven para algo.

La legislatura de Donald Trump va camino de convertirse en la más polémica de la relativamente corta historia de EEUU; lo único que no se le puede echar en cara es que está cumpliendo sus promesas. Otra cosa es que la mayoría, incluso los que le votaron, esperaba que no las cumpliese.

Lo último, y más sonado hasta ahora, ha sido el cierre de fronteras dirigido especialmente a países de mayoría musulmana; con la familiar excusa del terrorismo, Trump ha denegado de golpe y porrazo la entrada de miles de personas en el país.

Las webs de peticiones online viven una segunda juventud

Es un bloqueo que no solo está dejando fuera a futuros inmigrantes; también a trabajadores con permiso de residencia.

Pero, ¿qué puede hacer la ciudadanía ante esta decisión? La sensación de no poder hacer nada ante una orden ejecutiva no es agradable; sobre todo si no vives en EEUU. Por eso estamos viendo manifestaciones en algunos países, y por supuesto, las redes sociales se han encendido.

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El desencanto con Trump no se puede medir solo con tuits; las webs de peticiones también han recibido una atención mayor de lo habitual. En concreto, la petición que más éxito está teniendo hasta ahora es la iniciada en Avaaz.

Esta es la Carta Mundial Abierta a Donald Trump que tanto está dando que hablar

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Titulada Carta Mundial Abierta a Donald Trump, el nombre lo dice todo, es una carta dirigida al presidente de los EEUU. Lo bueno de las cartas abiertas es que no es necesario mandarlas a la persona a la que va dirigida; aunque no es que sea algo difícil, al fin y al cabo, sabemos dónde vive.

El presidente de cualquier país ya recibe muchas cartas diariamente; y algo me dice que Trump no se molestará en leer esta, llamadme pesimista.

Por supuesto, nadie espera que Trump realmente lea la carta; es un acto simbólico, y como tal sólo tiene el valor que le queramos dar. En el momento de escribir estas palabras, la campaña ha superado las 3.700.000 firmas y va a buen ritmo de conseguir los cuatro millones.

Son muchas personas, y probablemente conseguirán que muchos medios como el que estás leyendo hablen de la campaña; pero aparte de eso, ¿qué? Nadie en su sano juicio puede pronosticar que Trump cambiará de opinión cuando la suficiente cantidad de gente se apunte.

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Y pasa lo mismo con el resto de campañas. En la portada de Avaaz nos encontramos con peticiones como crear una auditoría eléctrica (por las subidas de precio de la luz) o eliminar el matrimonio infantil en Bangladesh. Causas justas, sin duda alguna. También son causas que sólo se cumplirán si la ciudadanía demuestra la fortaleza necesaria para defenderlas ante los que mandan.

Pero la verdad es que en la actualidad, lo que se comenta en las redes sociales parece tener una mayor influencia en los políticos; si es que algo así es posible. Las plataformas de peticiones online han pasado algo de moda, pero quién sabe, puede que Trump pueda presumir de revitalizarlas.