Las tarjetas de juegos de la Switch tienen un sabor horroroso, según los que han podido probarlas.

Hay muchas cosas que no deberías hacer con tu consola nueva; no deberías meterla en agua, ni sentarte encima, ni meterte los juegos en la boca.

El almacenamiento de juegos, el aperitivo de moda

Por sorprendente que parezca, los discos no son el aperitivo perfecto por mucho que se parezcan a las patatas fritas; tampoco deberías coger un cartucho de Mega Drive o Super Nintendo y rellenarlo de jamón, mayonesa y lechuga como si fuera un sandwich.

Lo digo por si por algún motivo te estabas preguntando cómo saben las pequeñas tarjetas de juegos de la Switch; saben mal.

Eso no lo se porque las haya probado, sino porque es de sentido común; no hay ninguna manera de que un trozo de plástico con chips de memoria sepa bien, ni aunque lo cocine un chef.

Sin embargo, en el caso de las tarjetas de la Nintendo Switch esto es incluso más cierto; tienen un mal sabor a propósito, y por un motivo muy interesante. Así lo reveló Alanah Parce, de la web IGN.

Por qué las tarjetas de juegos de la Switch saben tan mal

Como probablemente sepas, la nueva consola de Nintendo no usa discos como sus competidoras, sino unas pequeñas tarjetas de memoria; y cuando digo que son pequeñas es que son diminutas, comparadas con los cartuchos de cualquier otra consola.

De hecho, son tan pequeñas que en Nintendo tuvieron miedo de que se las tragasen los niños pequeños si las veían tiradas por ahí; por eso hicieron que tuviesen mal sabor, o al menos esa es la historia que nos cuenta Parce, que probó una tarjeta para comprobar que en efecto, saben peor de lo normal.

No fue la única. De alguna manera, meterse una tarjeta de Switch en la boca se ha convertido en un meme; una especie de desafío como el desafío de la canela que tan popular fue en su momento.

Aparentemente, el sabor es tan fuerte y desagradable que es imposible aguantarlo; algunos lo comparan con insecticida, otros con algún tipo de detergente, y otros sólo dicen que es increíblemente amargo. Lo peor es que el sabor se te queda en la lengua durante mucho tiempo.

Lo único que sacamos en claro de todo esto es que no deberías comerte una tarjeta de juegos de la Switch, pero eso es algo que ya sabías, ¿verdad?