Los robots humanoides pueden ser claves para ‘cultivar’ tejidos que más tarde se trasplantarán a humanos.

El envejecimiento de la población, los problemas de movilidad y los daños en tejidos como tendones, ligamentos, piel o huesos son temas de los que no nos vamos a librar fácilmente, pero los robots pueden jugar un papel importante en el crecimiento de injertos.

Cuando hablamos de robots, hemos visto como en los últimos años se han creado máquinas cada vez más ‘amables’, robots humanoides dedicados a la asistencia personal, ayuda a mayores o el aprendizaje de niños. Robots como Eccerobot o Kenshiro tratan de emular a los humanos, estando inspirados en la biología humana, con músculos y tendones.

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Robots en los que cultivar tejidos para trasplantes

Ahora, los investigadores de la Universidad de Oxford han publicado una investigación en la que exponen cómo nosotros, los humanos, podríamos beneficiarnos de robots humanoides como Kenshiro, haciendo crecer en ellos los tejidos, estando sometidos a movimientos reales.

Como explican los investigadores, el cultivo de células humanas se realiza en situaciones estacionarias, pero su crecimiento en robots humanoides podría crear tejidos más fuertes y saludables.

A la imaginación nos vienen robots humanoides con una pinta muy impactante, ya que estarían recubiertos de piel, así como tendones y otros tejidos. La idea es que esos tejidos se cultivarían sufriendo movimientos, estiramientos y esfuerzos del material, dando como resultado un tejido más fuerte y preparado para ser transplanto a pacientes reales.

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En definitiva, el desarrollo de tejidos en robots musculoesqueléticos mejorarían las propiedades mecánicas del tejido en sí mismo. La capacidad del robot de interactuar con el entorno proporcionaría tensiones realistas a la estructura del tejido e incluso permitiría crear injertos a medida para según qué zonas o pacientes.

Impresión 3D de piel y tejido humano

Esta forma de uso de los robots humanoides no es la única forma con la que los investigadores quieren crear tejido humano aprovechando la tecnología para mejorar e innovar en el terreno de los trasplantes.

Hace unas semanas conocimos la primera impresora 3D de piel humana que aprovecha las células del paciente para crear injertos de piel y tenemos la suerte de decir que es un avance español.

El proyecto ha sido desarrollado por los investigadores de la Universidad Carlos III y tiene como objetivo ser una solución revolucionaria para aquellas personas que hayan sufrido daños graves por quemaduras. Aquí os contamos todos los detalles:

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