La compañía nipona está arreglando los problemas de sincronización de los Joy-con con una esponja.

Como todos los lanzamientos, la llegada de Nintendo Switch no ha estado exenta de problemas. Ha habido de todo, desde pantallas ralladas por culpa del dock hasta problemas gráficos. Sin embargo, el único caso que no ha acabado siendo un hecho aislado es el de los problemas de sincronización del Joy-Con izquierdo.

Debido a una mala decisión de diseño a la hora de colocar la antena, el Joy-Con izquierdo acababa perdiendo señal mucho antes que su hermano. Además, al igual que ocurrió con el iPhone 4, dependiendo de cómo se sostuviera el mando se desconectaba de la Switch incluso en distancias cercanas.

Esponja al rescate

Ante esta situación algunos usuarios se lanzaron a abrir los mandos de su Nintendo Switch para intentar solucionarlo al soldar un cable a la placa base. Sin embargo, según CNET, la solución de Nintendo a este problema ha sido mucho más simple y elegante: añadir una esponja.

Aunque no es una esponja cualquiera, puesto que ha sido tratada con una mezcla de níquel/cobre para aislar de las interferencias y mejorar la señal. Una solución que se suele usar cuando el espacio es limitado o, como ocurre con el caso de los Joy-Con, cuando se necesita un parche rápido y barato.

Según han podido comprobar en CNET, el parche funciona puesto que los problemas no vuelven a aparecer hasta que se retira. De esta forma se evitan tener que diseñar y fabricar miles de Joy-con izquierdos con los que sustituir las unidades defectuosas.

Hasta ahora Nintendo España se ha limitado recomendar que alejes la consola y los mandos de cualquier dispositivo inalámbrico que pueda causar interferencias. Por lo que queda por ver si Nintendo acaba lanzando un programa oficial de reemplazo con el que solucionar los problemas de conexión de los Joy-con izquierdos afectados o si tendrán que ser los propios usuarios quienes consideren si su mando necesita la esponja o no.