Análisis de Sonic Mania, el juego que remueve tu nostalgia
Sonic Mania es un viaje al pasado, a la mejor época de los videojuegos. Con toda la esencia de los Sonic clásicos para rememorar la mejor de las nostalgias.
25 agosto, 2017 21:18Noticias relacionadas
Sonic está de vuelta como si no hubieran pasado años desde que abandonase la etapa más dorada de su historia. ¿La echabas de menos? Sonic Mania trae de vuelta los 16 bits para llenar la pantalla de píxeles.
El mundo de los videojuegos es tan contradictorio que por un lado se buscan gráficos lo más realistas posible mientras que por el otro se aplaude cualquier intento de revivir el espíritu de las máquinas perdidas. La nostalgia vende tanto como los mejores gráficos en 3D, de ahí que haya compañías que se esfuercen en contentar a quienes las auparon al “trono” de los videojuegos. SEGA es una de esas compañías: además de revivir sus clásicos en formato móvil ha puesto en circulación una nueva entrega de Sonic que rescata las míticas aventuras de la Mega Drive, Game Gear y Master System. Sonic Mania, un juego actual con lo mejor del ayer, para lo bueno y para lo malo.
Sonic llevó un camino paralelo a su “enemigo” Mario sufriendo notables decisiones que no resultaron acertadas. La pérdida de personalidad a la que hemos asistido en las últimas entregas ha conseguido aguar en cierta manera la franquicia. Por suerte llega Sonic Mania con la intención de unir a todos los que jugaron con el erizo azul: aquellos que disfrutamos en su momento y quienes descubrieron al personaje años más tarde. Todo orquestado bajo la batuta de la nostalgia, principal componente del juego que nos ocupa. ¿Ya le has dado una oportunidad? Yo sí. Y tengo sensaciones contradictorias.
El vello de punta desde el “SE-GA” del inicio
Sonic Mania está desarrollado para los fans del erizo desde los fans del erizo, eso queda claro nada más arrancar el juego. Si disfrutaste con los primeros títulos de la franquicia, y le diste duro a Sonic 3, se te erizarán los pelos con la pantalla de inicio presidida por el avión de Tails con Sonic subido sobre las alas. La sensación de Déjà Vu es constante para el primer nivel (y para el resto del juego) ya que es el Green Hill del primer Sonic, tal cual. Sonic Mania irá evolucionando a partir de este primer nivel ofreciendo la mecánica habitual en los juegos 2D clásicos mientras introduce distintas pantallas extra escondidas; además de powerups y otros elementos habituales.
Si disfrutaste con los primeros Sonic los descubrirás de nuevo en Sonic Mania
Sonic Mania es en todo momento un canto a lo que Sonic hizo de SEGA: la compañía capaz de hace frente a Nintendo con un personaje absolutamente icónico. Sin olvidarnos del resto de protagonistas de sus historias, como Tails (que irá a nuestro lado colaborando en lo que pueda), el doctor Robotnik y, por supuesto, también Knuckles. La estética se mantiene fiel a los juegos de antaño recreando idénticos efectos de sonido que nos acompañarán durante toda la aventura. Para quien ha tenido las máquinas de SEGA, y disfrutado de los juegos de Sonic, escuchar el nuevo Sonic Mania es todo un salto al pasado.
El juego ofrece 12 mundos distintos con 24 niveles diferentes. Algunos se inspiran en los clásicos, extrayendo mapeados de todas las entregas anteriores, y otros están creados de cero sin perder en ningún momento la esencia de la franquicia. La sensación es la de jugar a algo nuevo que se te hace demasiado familiar. En este punto radica lo peor de Sonic Mania: a veces parece que pone más empeño en recuperar los viejos tiempos que en plantear una nueva experiencia de juego, por más que este tipo de plataformas en 2D aderezadas con velocidad extrema esté más que inventado.
El mejor Sonic en 2D
Sería la definición perfecta de Sonic Mania: es el mejor Sonic en su estilo, el de las plataformas en 2D con gráficos de 16 bits. La versión que analizo es la de Nintendo Switch, pero no existen diferencias entre el resto de versiones (PS4 y XBOX One; seguramente los smartphones lleguen más tarde). El juego es tan parecido a los que podíamos jugar en los 90 que hasta el espacio necesario en disco es muy reducido: la descarga para la Switch pesa en torno a los 190 MB. Todo un logro para los juegos actuales en los que prima el realismo a la jugabilidad.
Sonic Mania se enfrenta a los juegos con gráficos en 3D haciendo gala de la mejor jugabilidad
La lección que me deja Sonic Mania es que se pueden crear juegos actuales sin atraer la típica pelea en torno a los gráficos: tanto la crítica como el público concluyen que este juego está a un altísimo nivel, incluso desprovisto de su componente nostálgico. Es evidente que lo disfrutarán en mayor medida aquellos que hayan vivido la época dorada de la Mega Drive, pero esto no significa que el resto no pueda acercarse a Sonic Mania con similar interés. Como anécdota diré que lo último de SEGA es el juego al que más está jugando mi hijo de 11 años, señal de que Sonic Mania no vende solo nostalgia.
Sonic Mania fluye rapidísimo en la Nintendo Switch, mucho mejor que lo hacía en las plataformas originales. El salto en potencia de las consolas actuales favorece la enorme cantidad de elementos, luces y efectos que aparece en pantalla, todos con el estilo retro característico. La sucesión de niveles implica un escalado creciente en dificultad, tal y como acostumbraban los juegos de Sonic. Con un mapeado tan extenso que hay que repetir cada nivel en multitud de ocasiones para lograr explorarlo al 100 %.
Los niveles son tan extensos que resulta casi imposibles concluirlos al 100 %
El juego puede hacerse a toda velocidad en menos de 3 horas, pero sacar cada secreto obteniendo la máxima puntuación requiere de enorme dedicación y tiempo. Los controles simplificados facilitan la consecución: pad de control o cruceta (los botones de la Nintendo Switch no son lo más cómodo del mundo); y un botón de salto que también permite salir acelerado si antes se mantiene el botón de “abajo”. Todos conocemos su funcionamiento: no cuesta nada hacerse con el manejo del erizo una vez comenzada la partida, incluso aunque no lo hayas manejado nunca.
Extenso y difícil de completar, pero con la sensación de que “falta algo”
Completé los 24 niveles yendo con Sonic a quemar zapatillas y después repetí las pantallas con calma desentrañando el máximo de secretos posible. La sensación es la que he ido plasmando en el artículo: Sonic Mania es un juego que se deja llevar por la nostalgia sin plantear nada realmente novedoso. Como arrancar un juego retro en un emulador y encontrar fases nuevas que, sin embargo, parecen una continuación de las ya vistas.
Sonic Mania podría pasar por un juego retro arrancado en emulador
No quiero decir que Sonic Mania sea una simple continuación de los primeros juegos de la franquicia porque sería desmerecer el enorme trabajo que se encuentra detrás de este título, Christian Whitehead a la cabeza, pero sí deseo subrayar el hecho de que tanto el planteamiento como el resultado se enfoquen a seguir la senda más clásica. Sé que hay versiones diferentes de Sonic, incluso está por venir Sonic Forces con un planteamiento distinto, pero echo de menos cierta innovación en Sonic Mania.
Habría estado bien que el juego se saliera de la “senda retro nostálgica” apostando por niveles de estética más arriesgada además de introduciendo otros elementos. Nuevas acciones de Sonic, opción de combinar al erizo con Tails y Knuckles según el obstáculo del nivel… SEGA debería haberse arriesgado aparte de ofrecer un regalo a sus seguidores más fieles.
Juego extenso con la magia de los títulos de antaño, un homenaje sentido a Sonic con todo lo que recordamos de sus entregas, acción a raudales con niveles de dificultad creciente, multijugador con opción a jugar con otra persona (algo lioso), modos añadidos de contrarreloj para batir los mejores tiempos… Todo por unos 20 euros, un precio muy ajustado para este viaje al pasado que es Sonic Mania.
A mí me ha encantado incluso a pesar de que me pareciese un juego “repetido”. Sin que ello desmerezca a esta nueva entrega: está a la altura de las anteriores. Y eso, teniendo en cuenta que los Sonic clásicos son obras maestras, es decir mucho de Sonic Mania.