Analizamos cómo nos afectaría en España un cambio de las leyes de la neutralidad de red en Estados Unidos.
La neutralidad de la red es o debería ser lo más básico de Internet, la ley que lo debería regir todo. No obstante, cada vez está más claro que, al menos en algunos países, va a dejar de existir. La neutralidad de la red es, básicamente, el principio por el cual todo el tráfico de Internet tiene que tener las mismas condiciones.
No se puede cobrar para que una web navegue más rápida, o para que una aplicación por ejemplo no consuma datos. Establecer la ley, por supuesto, es potestad del gobierno de cada país. Pero, si no existe, o si está en contra de la neutralidad de la red, los proveedores de servicios (es decir, las operadoras) podrán hacer lo que consideren más favorable.
Qué es la neutralidad de la red
Por ejemplo, se podría cobrar 5 euros adicionales para poder usar WhatsApp. De hecho, algo muy parecido ocurre en Portugal. En nuestro país vecino, hay una operadora donde ofrecen paquetes de 10 GB de datos adicionales por 4,99 euros para gastarlos dentro de un grupo de aplicaciones.
En España tampoco se respecta la neutralidad de la red, pero no es como será en Estados Unidos próximamente, o no al menos por parte de todas las operadores. Son varias las compañías que no respetan fielmente esta filosofía.
Orange, por ejemplo, tiene planes que violan las reglas de la neutralidad de la red ofreciendo un bono de 2 GB gratuitos que puedes gastar exclusivamente para ver Orange TV en el móvil, lo cual claramente favorece su servicio de televisión sobre el resto. Movistar también ha sido acusada de bajar la velocidad de Netflix con respecto a la de su servicio de televisión por Internet.
Neutralidad de la red, por qué debería importarte
Imaginemos una operadora donde tenemos que pagar 5 euros por cada servicio que queramos. Por ejemplo, para poder usar cualquier aplicación de mensajería, tendríamos que pagar 4,99 euros más a la tarifa. Por usar redes sociales (paquete social), otros 4,99 euros.
El paquete vídeo (Netflix, YouTube, etcétera), otos 4,99 euros. Y así con una serie de paquetes que tendremos que contratar de forma obligatoria si queremos disfrutar de alguno de los servicios que se encuentran dentro.
Eliminar la neutralidad de la red es todo un despropósito; permitiría a las operadoras poner sus propias reglas
O sea, pon que quieres usar WhatsApp, Instagram, Netflix, Spotify y OneDrive. A parte de pagar la tarifa de datos, los 7,99 euros que cuesta Netflix, los 9,99 euros que cuesta Spotfy y los 8,25 euros que cuesta OneDrive, tendrías que pagar una especie de canon que asciende a los 24,95 euros. Esto podría llegar a ocurrir, y es precisamente lo que se quiere evitar.
Qué hay de las leyes españolas y de la UE
La legislación española no regula la neutralidad de la red. La Unión Europea, en cambio, sí que lo hace. Pero con matices. Lo que no se puede hacer, según los tratados actuales, es reducir la velocidad o el consumo de tráfico de algunos servicios en favor de otros. Es decir, que se puede discriminar positivamente, pero no de forma negativa.
Hablando en plata, se puede hacer que una aplicación no consuma datos pagando, o de forma gratuita, pero no se puede hacer que tengas que pagar para poder usar por una aplicación o por un conjunto de aplicaciones. No es la panacea, pues Organge, por ejemplo, tal y como está ocurriendo, puede favorecer el uso de su propio servicio de televisión, pero al menos no se puede perjudicar al resto de servicios. Simplemente se les puede no favorecer.
Mirándolo por el lado bueno, es imposible que se plantee una ley como la de EEUU donde las operadoras tengan el poder absoluto
Esto sigue estando en contra de la neutralidad de la red, por supuesto, pero al menos, dentro de lo malo, es lo mejor. En cuanto a la velocidad, nos encontramos ante las mismas reglas. No se podrá perjudicar la velocidad del tráfico de una aplicación concreta. Se podría, llegado el caso, desfavorecer la velocidad del tráfico de un conjunto de aplicaciones concretas (por ejemplo, el conjunto social, o el conjunto vídeo) en casos muy concretos: ante una orden judicial, ante un hackeo y ante una congestión de la red.
Estas prácticas mencionadas, son lo que se conoce como ‘zero rating zone‘, y la Unión Europea lo deja a gusto de cada gobierno.
En España, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, que es quien se encarga de velar para que se cumpla las reglas de neutralidad de la red propuestas por la Unión Europea, no ha considerado que esta práctica (zero rating zone) sea contraria a la neutralidad, por lo que seguiremos teniendo estas tarifas discriminatorias (en este caso, discriminación positiva hacia ciertos servicios, que no negativa) en nuestro país.
¿Nos afectarán los cambios en Estados Unidos?
Aunque no vivamos en el país norteamericano, no debemos ignorar lo que allí ocurra. Se trata de un país muy importante a nivel mundial, muchas veces ejemplo. Lo que está ocurriendo en Estados Unidos no es una lucha interna, sino que afecta más allá de sus fronteras. No obstante, debemos tener en cuenta que en la Unión Europea tenemos una sólida regulación en torno a ello, y es poco probable que se cambie.
No es como en EEUU, donde se cambia de presidente y se cambia la ley. De hecho, la ley desarrollada por Obama era contraria totalmente a la de la era Trump. Aquí las cosas funcionan de diferente manera y es poco probable que ocurran cambios en la legislación tan bruscos en tan poco tiempo.