Uno de los apartados más importantes de los dispositivos móviles es el de la autonomía. De poco nos valen sus prestaciones si no tenemos energía para usarlas.
Es por eso que entre las funciones más útiles de la inteligencia artificial destaca la de la gestión de batería, permitiendo mayores tiempos entre carga y carga sin que eso afecte a la experiencia.
Un buen ejemplo de ello es el que supone el Huawei Mate 10, un smartphone que destaca por ser el primero en integrar un chip dedicado a la Inteligencia Artificial. Esto beneficia a la batería de múltiples maneras.
En el futuro la IA controlará las baterías
Estamos entrando en una era importante en el mundo de los smartphones. La duración de las batería está limitada de forma física por su construcción y composición. No obstante el software, en este caso el software inteligente, es capaz de mejorar la gestión del mismo modo que lo hace por ejemplo en la cámara.
Dentro de poco el cerebro de nuestros teléfonos sabrá como tendrá que comportarse para minimizar las posibilidades de que nos quedemos sin batería fuera de un lugar en el que podamos cargar el terminal.
Pero aunque seguro que veremos avances increíbles en breve no tenemos que obviar que ya hay algunos casos en los que nuestro móvil aprender y la gestión de la batería se beneficia de ello.
Mayor eficacia en el cálculo
Cuando un móvil normal tiene que realizar un cálculo de identificación de imágenes el proceso es largo y eso implica que será costoso energéticamente. El Kirin 970, que es el procesador del Mate 10, tiene una NPU (Unidad de Procesamiento Neuronal) que permite realizar esas tareas de forma más eficaz.
Esa eficiencia se traduce en un menor gasto energético, con lo que la carga de nuestro smartphone nos durará más haciendo lo mismo.
Más eficacia, menos gastos energético
Un buen ejemplo de esto es el que hace la aplicación de traducción de Microsoft que ha sido optimizada para el Mate 10 y que ahora es 300 veces más rápida que en otros móviles.
Control de la carga mientras lo tenemos enchufado
Otro apartado en el que hace acto de presencia la Inteligencia Artificial es en la velocidad de carga y es que esto es una función cada vez más relevante. No importa tanto conectar nuestro móvil a un enchufe si sabemos que se cargará rápido.
La IA del Mate 10 permite aumentar la introducción de energía al inicio y ralentizarla después, para no comprometer la seguridad de la batería, algo que en Huawei se han tomado especialmente en serio.
Aprendizaje de nuestro uso
A medida que vayamos usando nuestro móvil el sistema irá aprendiendo y otorgará más prioridad a unas aplicaciones que a otras. Esto hará que se asignen recursos allí donde van a ser aprovechados, de nuevo la mayor eficacia se traduce en una mejor gestión de la energía.
Pantalla con resolución adaptable
Las pantallas de los móviles son cada vez más grandes, eso es algo obvio. Y lo son porque los usuarios así lo demandan. Con el aumento de tamaño vine el aumento de resolución, para que la nitidez no se resienta y para que usar aplicaciones de realidad virtual no sea un problema.
El inconveniente de las pantallas con mayor resolución es que gastan más energía. Sí, podríamos bajarla mediante las opciones de software pero eso haría que perdiéramos la opción de disfrutar una mejor visión cuando fuera posible.
El Huawei Mate 10 es capaz de adaptar de forma automática la resolución de la pantalla a lo que estemos haciendo. Así, si queremos ver una vídeo en resolución 2K el panel la activará pero si pasamos a hablar por chat o a leer en una red social los píxeles se reducirán, aumentado así la autonomía de nuestro móvil.
Lo mejor de todo es que móviles como este serán capaces no sólo de no ir degradándose con el uso sino de ir mejorando poco a poco a medida que los vayamos usando.
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