Noruega está poniendo en práctica un sistema curioso para ahorrar energía: farolas que se apagan cuando la carretera está vacía, y que se encienden cuando pasa un coche.
Iluminar unos espacios vacíos, en los que no hay nadie y no se están usando para nada, no sólo es fatal en el consumo de energía. La contaminación lumínica es real, un problema del que debemos preocuparnos. E iluminar carreteras enteras mientras no pasa nadie por ellas no contribuye en nada a solucionar el problema. Con todo esto en mente, la solución en la que ha pensado Noruega es bastante interesante.
Está situada en la localidad de Hole, con una población de unos 7.000 habitantes, y consiste en unas farolas que bajan su potencia cuando nadie circula por la carretera. Cuando un coche empieza a circular por la carretera, las farolas vuelven a su potencia máxima. Y cuando el coche se va, vuelven a reducir la luz. Todo gracias a una solución sencilla pero efectiva.
Las farolas que se adaptan a la circulación
Ha sido descubierta por Bjørn Nyland, un youtuber que suele subir vídeos sobre su Tesla. En el vídeo (en inglés) se puede ver cómo funciona el sistema con detalle. El estado normal de las farolas es de un 20% de luz aproximadamente. Según el coche se acerca a una farola, la luz aumenta su potencia hasta el 100%. Cuando ya ha pasado, la farola vuelve a ese 20% de potencia.
Según explica Nyland en el vídeo, el sistema funciona colocando un radar en cada farola. De esta manera puede detectar cuando viene un coche, y cuando la carretera no tiene coches. El 20% de iluminación parece suficiente para saber qué hay en la carretera, a juzgar por el vídeo.
El tramo con farolas “inteligentes” supone unos 9 kilómetros de carretera, y el gobierno noruego espera recuperar la inversión en cuatro años y medio. La electricidad en Noruega suele tener un precio bajo; con un precio más alto la inversión se recuperaría aún más rápido.