Facebook M cierra después de pasar sin pena ni gloria. ¿Qué ocurre con los chatbots, por qué no encuentran su hueco en el mercado?

Los llamados chatbots empezaron a surgir como setas en Internet hace unos años. Chats en los que podemos hablar con un robot, como si hablásemos con otro humano. En realidad tienen años, herramientas como Cleverbot llevan disponibles desde 1997. Pero han intentado hacerse más listos, e intentar ir más allá de ser una curiosidad. Sin embargo, parece que no terminan de funcionar en el mercado.

Facebook cierra su chatbot: Facebook M

bots de facebook messenger

La noticia llega de la mano de Facebook, la gigante red social de Mark Zuckerberg. Después de varios años de pruebas limitadas a unos pocos usuarios, el asistente de voz en el que estaban trabajando, Facebook M, cierra sus puertas. No mucha gente lo echará de menos: nunca salió de California. Sólo pudieron probarlo unas 2.000 personas, para ser exactos.

En declaraciones a The Verge, Facebook ha declarado que han aprendido mucho de este proyecto. “Nos llevamos esta experiencia para mejorar otros proyectos de inteligencia artificial en Facebook“. También aseguran que están muy contentos con las sugerencias que ofrece Facebook M a través de Messenger.

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Una de las grandes ventajas de Facebook M es que combinaba inteligencia artificial y humanos. Si el asistente de voz no podía cumplir con una solicitud, un humano se haría cargo para cumplirla. La esperanza de Facebook es que estos humanos entrenasen a la inteligencia artificial con el tiempo. Facebook ofrecerá otros trabajos dentro de la compañía a estos empleados.

Aunque Facebook M no desaparecerá del todo. Esto no deja de ser parte de los esfuerzos que Facebook ha dedicado a la inteligencia artificial. Y todos esos esfuerzos se irán a otros ámbitos, como la plataforma de mensajería Facebook Messenger. Lo que dejaremos de ver es el intento de crear un asistente virtual con humanos detrás.

Mientras, los asistentes de voz están en auge

alexa amazon

Todo esto es un contraste si lo comparamos a lo que está ocurriendo con los asistentes de voz. Alexa de Amazon o Google Assistant de Google usan la voz como principal método de interacción para los usuarios, y no hacen más que crecer. En parte por su integración en dispositivos, y en parte por los dispositivos creados para colocarse en casa.

De esto podemos extraer varias claves. La primera es el uso de la voz en vez del texto como método para interactuar con el asistente. Aunque sea más vergonzoso, puede que hablar sea más natural que escribir a la hora de dar órdenes o solicitudes. Y, por otra parte, el ámbito de actualización de estos asistentes suele ser nuestro hogar.

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Los altavoces conectados y los electrodomésticos siempre se colocan en casa, en un ambiente de cierta intimidad. En esas condiciones es más fácil interactuar con el asistente. Para hablar con un chatbot necesitamos tener el teléfono o un ordenador a mano, no podemos alzar la voz y tenerlo como si nada. Aunque son dispositivos que siempre tenemos con nosotros, es dificultad añadida al proceso.

Quizás es demasiado pronto para los chatbots

Quizás el problema de los chatbots es que es demasiado pronto para que funcionen al 100%. Facebook incluso era consciente de ello, y de ahí una de sus grandes ventaja: la presencia de asistentes humanos para cumplir con las solicitudes que no supiera cumplir la inteligencia artificial.

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La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, pero todavía no está del todo pulida. Nuestra interacción con los chatbots se ha limitado hasta ahora a frases predeterminadas o robóticas. No es como si chateáramos con una máquina; directamente le damos órdenes que tiene que cumplir. No es un chat natural, como el que mantendríamos con un humano.

Y, hasta ahora, la asistencia de chatbots como Facebook M sólo ha servido para ahorrarnos el hacer una llamada. Sí, puede reservar por nosotros en un restaurante o mandar flores, pero también podemos hacerlo con una simple llamada. Si un chatbot quiere triunfar, debe ofrecer un valor diferencial, algo más que eso. Debe darnos motivos para utilizarlo, en vez de hacer esa llamada.

Quizás asistentes como Facebook M tienen mucho sentido en el futuro, pero ahora no hay muchas razones para usarlos. Quizás dentro de un futuro se vuelvan la tendencia, y lo usemos para todo. Pero ahora mismo no han atraído a los usuarios más allá de la curiosidad. Y costará más que sigan usándolos más allá de ella.