No es muy habitual, pero hay ocasiones en las que el parche para solucionar un bug introduce a su vez nuevos bugs; en el caso de Intel, se nota que la reacción contra Meltdown y Spectre ha sido tal vez demasiado precipitada.
El propio fabricante admitió la semana pasada que el parche contra la segunda variante de Spectre provoca reinicios inesperados en algunos ordenadores. Sabemos que afecta a Broadwell y Haswell con seguridad, pero también hay usuarios con procesadores de otras generaciones que también han notado problemas.
Por todo esto, Intel aconsejó no instalar el parche, tanto a los usuarios como a las compañías. Y ahora es Microsoft la que ha tomado la decisión de deshabilitar el parche de Intel para evitar mayores problemas a los usuarios.
La actualización para procesadores Intel ha sido deshabilitada por Microsoft
La actualización lanzada en las últimas horas es KB4078130; es para Windows 7 SP1, Windows 8.1 y Windows 10, y tiene como único objetivo deshacer los problemas introducidos en la actualización para Windows lanzada el pasado 3 de enero.
Es muy raro que Microsoft decida lanzar un parche un domingo por la noche, normalmente lanza las actualizaciones a principios de cada mes; esto debería darnos un indicador de la gravedad de este problema.
Según Microsoft, el código de Intel desarrollado para acabar con Spectre provocaba una cantidad de reinicios mayor de lo esperado, además de comportamiento impredecible del equipo. En las peores situaciones, esto puede dar lugar a una pérdida de datos, por ejemplo, si el ordenador se reinicia antes de guardarlos.
Hasta que Intel lance un nuevo parche, la alternativa es que Windows sea vulnerable a la segunda variante de Spectre. Una situación en la que también están otras compañías, desde fabricantes de ordenadores como Dell o HP, o de otros sistemas operativos como Red Hat.
Esta no es la primera vez que un parche para Meltdown y Spectre acaba provocando problemas para los usuarios. El parche para sistemas AMD hacía que algunos equipos no arrancasen; aunque el fabricante ya ha trabajado con Microsoft para lanzar un nuevo parche.
Si usas un procesador Intel en Windows, lo recomendable es que abras Windows Update e instales las actualicaciones que tengas pendientes.