Ya lo sabíamos desde que se celebró la conferencia E3: la próxima generación de Xbox no estará compuesta por una, sino por dos modelos. Uno de ellos sería el modelo tradicional (como lo es la Xbox 360 o la One), como hasta ahora, y otro sería el modelo “Scarlett” o “Scarlett Cloud”; sería una consola más barata a la vez que menos potente, y que ejecutaría los juegos en la nube.
Con respecto al primer modelo, apenas conocemos nada, y es que «son sus primeros días de desarrollo». Pero de la segunda Xbox sí que tenemos bastante información ya. Lo más importante es que ya no es necesario tener un hardware local extremadamente potente para jugar; simplemente basta con tener uno lo suficientemente potente como para recibir la información a mostrar por pantalla.
El hardware potente ya no es necesario para jugar
En la próximas generaciones de consolas, de hecho, jugar sería como ver un vídeo de YouTube. En vez de que nuestra consola lo procese todo localmente, lo hace un ordenador remoto (es decir, un servidor), y nosotros solamente recibimos un vídeo.
La Xbox Scarlett será más asequible y menos potente, pero no importa
Pero Microsoft ha decidido mantener las consolas físicas durante una generación más probablemente porque las conexiones a Internet alrededor de todo el mundo aún no son las óptimas. Es cierto que ya se está probando el 5G definitivo, y que se están alcanzando velocidades de 1 Gbps, pero la brecha digital en este sentido es aún muy grande. Para este tipo de consolas, necesitas tener una velocidad de Internet extremadamente grande.
Pero tranquilo, pues según las fuentes consultadas cercanas a Microsoft, compres la consola que sea, podrás jugar a los mismo juegos en ambos. Si tienes la versión Scarlett podrás jugar a los juegos en la nube y a los juegos locales; y si tienes la versión tradicional podrás ejecutar los mismos juegos. No habrá diferencia entre una y otra en el aspecto del catálogo de videojuegos.
Probablemente esta consola llegue en 2020, y las dos hagan su debut al mismo tiempo. La versión Scarlett llevaría al menos dos años en desarrollo, pero no implicaría que llegue antes al mercado. De hecho, se plantea que llegarán al mismo tiempo o que, en su defecto, la versión en nube llegaría un año o dos después (es decir, de 2020 a 2020).