La DGT quiere que los asistentes de velocidad sean obligatorios en España
Todos los coches nuevos tendrían un asistente de velocidad obligatorio, si la idea del nuevo director de la DGT, Pere Navarro, sale adelante.
11 septiembre, 2018 19:34Noticias relacionadas
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Las carreteras españolas han vuelto a sufrir un verano negro, con un nuevo repunte en la cantidad de fallecidos; desde la operación salida hasta la de retorno, murieron 259 personas, unas 34 más que en el mismo periodo del verano anterior. En concreto, el mes de agosto fue el peor desde hace seis años.
El exceso de velocidad parece ser un motivo clave en muchos de estos accidentes; y no han faltado las críticas al anterior ejecutivo no imponer límites de velocidad más estrictos.
La nueva dirección de la DGT, comandada por Pere Navarro (impulsor del carnet por puntos), ahora no cierra la posibilidad de recudir la velocidad a 80 km/h en vías secundarias. En Europa, sólo otros seis países aún tienen un límite de velocidad de 100 km/h en ese tipo de carreteras.
El asistente de velocidad obligatorio, en respuesta al aumento de muertes
Sin embargo, hablar de reducir la velocidad en España siempre es motivo de cizaña; como el propio director de la DGT reconoce. No faltan las voces que afirman que los excesos de velocidad han sido demonizados sin motivo; y apuntan a otros motivos, como el estado de las carreteras.
Por eso, la DGT se está planteando plantear el límite de otra manera: con la obligatoriedad de un asistente de velocidad en todos los coches nuevos. Y la verdad es que el mercado ya está muy cerca de eso, de todas formas. Los asistentes de velocidad o de crucero son cada vez más comunes en la industria; y suelen ser incluidos por defecto o como parte de un paquete de seguridad.
En su versión más básica, estos asistentes nos permiten establecer una velocidad máxima; a partir de entonces, el coche nunca sobrepasará esa velocidad, incluso si seguimos apretando el acelerador. Los sistemas más avanzados son capaces de leer las señales de tráfico, y adaptar la velocidad dependiendo del límite legal.
Los asistentes de velocidad suelen venir en “paquetes”, con otros añadidos de seguridad. Como por ejemplo, el control de distancia con el coche de delante, o incluso algunas capacidades autónomas.
Una idea que puede ser bien recibida, pero ¿y la efectividad?
Un detalle muy importante, y que puede hacer que el plan de la DGT sea bien recibido, es que obligar a instalar un asistente de velocidad no es lo mismo que obligar a usarlo. Podríamos seguir conduciendo hasta ahora, simplemente ignorando los botones para activar el control de crucero; sería una opción que tendríamos siempre disponible bajo nuestra responsabilidad.
Esta no sería la primera función de seguridad de instalación obligatoria, claro. Desde este mismo año todos los coches nuevos vendidos en Europa deben ser capaces de llamar a los servicios de emergencia; otra cosa es que lo usemos.
El problema, por supuesto, es que de esta manera la efectividad de estos sistemas se reduce bastante. Según Mafre, la aseguradora en cuyas jornadas Pere Navarro planteó esta idea, cada año habría 400 víctimas menos de accidentes de tráfico si todos los coches tuviesen control de velocidad.
Pero si nadie lo usa, es simplemente un sobrecoste inútil. Por otra parte, obligar a usar el control de velocidad puede ser la decisión más polémica jamás tomada por un director de la DGT; y sería recibida con gran rechazo por la comunidad de conductores. Muchos modelos incluso no tendrían sentido en el mercado.
Pese a todo, esta es una idea que está ganando peso, aunque su efectividad frente a una bajada del límite legal en carreteras está por ver.