Estamos próximos al fin de año, y muchas empresas muestran sus resultados financieros que han obtenido en sus trimestres o en sus cuatrimestres. La que nos trae a esta cita hoy es nvidia, que ha mostrado sus resultados del tercer cuatrimestre y vemos problemas. Esto va muy de la mano con la premisa que implica que comprar una nvidia RTX no merece la pena, y te explicamos el por qué.
Nvidia sufre caídas este cuatrimestre: las RTX podrían tener la culpa
Según adelanta WCCFTech, los resultados financieros de nvidia han sido muy llamativos, pero no beneficiosos. Sus acciones han permanecido altas desde hace mucho tiempo gracias a su innegable monopolio en el mercado de las tarjetas gráficas y el gaming, bajando sus acciones hasta un 17.5 por ciento y situándose en los 166 dólares por acción. Teniendo en cuenta que se había estado manteniendo en los 200 dólares y alrededores y que su objetivo era llegar a los 300, vemos que la caída ha sido algo más sonora de lo que querría nvidia
Hay muchos factores que pueden haber llevado a esta situación a nvidia (como los problemas de stock de las GTX o el final del mercado de la criptomoneda) pero el principal reside en la apuesta de la empresa este año: las nvidia RTX. Estas nuevas tarjetas gráficas han tenido que ver, ya que a diferencia de lo que esperaba la empresa no han tenido una acogida esplendorosa. La falta de interés por estas tarjetas se une a los motivos del por qué estas tarjetas no merecen la pena a día de hoy.
Mucho coste por funciones que no vas a poder probar
Llevábamos muchísimo tiempo con las “tradicionales” nvidia GTX de la serie 10, es decir, las 1050, 1060, etcétera. Se esperaba un salto generacional importante y realmente así ha sido, ya que las nvidia RTX 2070, 2080 y 2080 Ti tienen un hardware tan bestial que pueden suponer una auténtica revolución en videojuegos. Pero esa revolución tiene un coste, y oye, si tan grande es ¿por qué no pagar por ella? El problema… es que no puedes probarlas.
La RTX más barata parte desde los 600 euros, y las 2080 y 2080 ascienden hasta los 800 y 1 200 euros. Unas auténticas barbaridades teniendo en cuenta que hay alternativas dentro de la misma nvidia que dan un resultado muy óptimo en juegos, como la GTX 1060 o 1070. ¿Por qué son tan caras entonces?
El Ray-Tracing y el DLSS. Esto no es una simple mejora de software; las Nvidia RTX cuentan con esta tecnología gracias a la arquitectura “Turing”, la que sustituye a la anterior “Pascal” que usa los RT Cores para este cometido. El DLSS, por su parte, usa las unidades de Inteligencia Artificial incluidos (Tensor Cores). Por lo que no hablamos de software, sino de un hardware del que no disponen las Nvidia GTX de la serie 10.
Hay juegos actuales y futuros que llevarán estas tecnologías en su haber. Estos títulos son, por ejemplo, el muy reciente Battlefield V, o Final Fantasy XV en el caso del DLSS. El problema es que en estos momentos no se pueden comprobar estas tecnologías fehacientemente, y el único juego en el que se puede probar actualmente es el Battlefield V, en el que se muestra cómo el rendimiento baja considerablemente en pos de unos gráficos más realistas. No será hasta que DICE y los demás desarrolladores afinen la tecnología cuando veamos estas funciones lucir totalmente.
Esto significa que pagaremos un altísimo coste por una potencia que si bien es la mejor a día de hoy, no aprovecha sus puntos fuertes de venta y no es excesivamente superior a la generación Pascal. Además, esta potencia está pensada para resoluciones altas que no suelen ser norma entre los jugadores de PC, como el 4K. Como detalle, AMD ha afirmado que no se meterá en el mundo del Ray-Tracing debido a que esperará a que el mercado esté maduro para tal cometido.
Hay alternativas mucho más baratas y que te darán un buen rendimiento
Indudablemente si queremos lo mejor de lo mejor las RTX son directamente la primera opción. Están las Vega de AMD, pero no llegan a tener esos estándares de potencia. El caso es que no todos queremos lo mejor de lo mejor, y queremos un hardware que nos permita jugar a nuestros juegos favoritos sin gastar una cantidad indecente de dinero. Y el enemigo está en casa.
Tenemos tarjetas gráficas de todo tipo todavía en la serie Pascal, por ejemplo las GTX 1050 para los jugadores más casuales y que bailan en la franja de los 200 euros. La opción ideal para aquellos que quieren jugar más en serio pero no desean gastar más de 300 euros es la GTX 1060, que sigue disponible (aunque el stock se acabará).
En el sector de la gama media AMD también saca pecho. Recientemente tuvimos las Radeon RX 590, una revisión de las 580 que nos permitirán jugar en 1080p a una gran tasa de frames por segundo. Si no, en su gama más baja tenemos grandes opciones como las RX 480.
Pero ¿eres de los que quieren lo mejor? Las GTX 1080 y 1080 Ti son grandísimas opciones para no preocuparnos por el rendimiento general y para poder exigirle lo máximo a un PC. Y si queremos rebajar todavía más el coste, las AMD Vega 56 y 64 pueden ser unas grandes compras.
En definitiva, nvidia parece haber patinado con las RTX. Deberá pasar un tiempo hasta que la tecnología que poseen estas tarjetas gráficas se asiente correctamente y se pueda aprovechar con más eficiencia. Nvidia, además, ha de asumir los problemas referentes al stock y al fin de la era de la criptomoneda. Veremos qué ocurre en un tiempo, pero esperemos que esto sirva para postular a AMD como competidora y acabar con un monopolio que no beneficia nada a los amantes de los videojuegos en PC.
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