Estamos en mitad de una revolución en el sector automovilístico. Nuevas tecnologías están favoreciendo la llegada de nuevas compañías, adelantándose a las tradicionales. La más famosa es Tesla, que ofrece coches eléctricos y con una gran cantidad de tecnología encima, pero no es la única.
Cada vez hay más fabricantes que venden básicamente un “iPhone con ruedas”. Y no solo porque sean eléctricos; sino porque siguen el camino de los smartphones en ofrecer la última tecnología sin complicaciones ni retrasos. Eso, y porque suelen tener una o varias pantallas gigantes en el habitáculo.
Otro de los aspectos en los que estos nuevos modelos se parecen mucho a nuestro smartphone es en las actualizaciones. “Actualizar el coche” suena raro, porque estamos acostumbrados a que, una vez que lo compramos, permanece igual hasta que tenemos que llevarlo al taller para reparaciones. Pero, al igual que los buenos fabricantes de smartphones lanzan actualizaciones del sistema con nuevas funciones y parches contra bugs, cada vez es más común hacer lo propio en nuestros coches.
Parado porque el coche se está actualizando
Claro, que en algunas marcas eso puede conllevar quedarte parado en la mitad de la autopista durante una hora. Es lo que le ocurrió a unos potenciales clientes de NIO, que estaban probando uno de sus modelos en Pekín. NIO es una de muchas marcas llamadas la “Tesla china”, aunque probablemente es el rival más digno de esa comparación. Sus coches tienen un diseño moderno, son todos eléctricos, y por supuesto, tienen mucha tecnología encima.
Sin embargo, los clientes que estaban probando uno de sus coches pronto descubrieron que tal vez NIO aún tiene que hacer algunos cambios, cuando el coche se les paró y empezó a instalar una actualización; algo que tal vez no hubiera sido muy grave sino fuera porque estaban en mitad de una carretera de Pekín. Peor aún, era la avenida Changan, uno de los tramos de carretera más importantes del país al estar cerca de instituciones del gobierno y del Partido Comunista.
El resultado fue caótico, como mínimo. El coche se negaba a seguir avanzando hasta que los sistemas se actualizasen, lo que levantó el interés de la policía como un posible ataque, y provocó atascos. Pero lo peor es que los clientes ni siquiera pudieron salir del coche o bajar las ventanillas.
Afortunadamente, todo se quedó en un susto. Aproximadamente una hora después de pararse, el sistema se actualizó (tuvo que descargar la actualización de Internet, claro) y pudieron continuar circulando; no sin antes dar muchas explicaciones a los policías, imaginamos. Por supuesto, los clientes publicaron su historia en la red social Weibo, donde se convirtieron en virales y empezaron los memes riéndose de NIO.
La “Tesla china” se enfrenta a un escándalo en redes sociales
Por su parte, la compañía ha intentado defenderse, acusando a la conductora de “accidentalmente realizar una serie de operaciones que activaron la actualización del sistema”. Además, en declaraciones a The Verge afirman que debería haber sido “obvio” para la conductora que el coche se iba a parar si pulsaban en “actualizar el sistema”.
Una defensa pobre, todo hay que decirlo. Está claro que alguien que está probando un coche va a tocar todos los botones para ver lo que hacen. Especialmente si es un modelo con tanta tecnología interesante. Pero sobre todo, este incidente ha revelado que el sistema de NIO no tiene ningún tipo de salvaguarda en caso de que el conductor active la actualización accidentalmente.
El sistema recomienda parar el coche antes de iniciar la actualización; pero en el momento en el que se aceptó la instalación el coche estaba parado por culpa del tráfico. Tal vez el sistema tendría que haber detectado la localización. Y comprender que era improbable que la conductora quisiera actualizar el coche en mitad de la carretera.
Tanta tecnología también puede ser un impedimento
También sorprende que la conductora y los acompañantes no pudiesen salir del coche ni bajar las ventanillas. Hasta las funciones más básicas de este tipo de coches están controladas por el sistema operativo; por lo que no estaban accesibles hasta después de la actualización.
Es por eso que muchos fabricantes incluyen métodos alternativos para abrir las puertas; como por ejemplo, tiradores ocultos, pero no está claro si este NIO los tenía. Y si los tenía, cabe preguntarse porqué el vendedor de NIO que iba de acompañante no sabía de su existencia.
NIO ha confirmado que va a “optimizar” el sistema de confirmación para las actualizaciones. Pero este es un caso que fomenta el miedo a este tipo de coches con tecnología más avanzada de lo que estamos acostumbrados.