La mala noticia ha sido anunciada a unos 190 empleados de Apple asignados a Project Titan, dedicado al desarrollo de coches autónomos. A mediados de abril la mayoría se quedará sin trabajo, y la compañía les ha advertido que el despido es “permanente”; no estamos, por lo tanto, ante una mera reestructuración o despido temporal por haber completado objetivos.
De esta forma, se confirman las peores sospechas: Project Titan está perdiendo empleados a marchas forzadas, y el futuro del coche autónomo de Apple es más que incierto. ¿O no? Hay algunos detalles del despido masivo y de las acciones de Apple que nos indican que el proyecto no está muerto; o al menos, no aún.
Despidos en el desarrollo del coche de Apple, ¿Es el fin?
La clave está en la composición de los empleados despedidos. No todos los puestos se han visto afectados de la misma manera, y los despidos parecen haberse centrado en los ingenieros de producto y diseño. Entre los despedidos, encontramos dos docenas de ingenieros de software, un ingeniero de aprendizaje automático, 40 ingenieros de hardware, tres ingenieros de diseño de producto y un ingeniero de ergonomía.
En otras palabras, en la gente responsable de convertir todo el I+D de Apple en productos que la gente pueda comprar. Pero ese no parece ser el futuro del “Apple Car”. Los despidos son una pista de que Apple ya ha decidido un camino muy diferente al de vender su tecnología para mejorar nuestro coche. Mucho hemos avanzado desde los inicios de Project Titan, en los que Apple llegó a pensar en fabricar un coche propio y exclusivo. Después de descubrir por las malas la enorme inversión y riesgo que eso suponía, se llegó a plantear una alianza con un fabricante; McLaren llegó a sonar mucho.
El Apple Car no ha sido abandonado, al menos no aún
Ya es evidente que no veremos un “Apple Car” en las calles. Pero eso no significa que todo ese trabajo se tire a la basura. De hecho, suena extraño, pero en realidad Project Titan lleva unos meses muy buenos; en el 2018 el programa completó casi 129.000 kilómetros de pruebas, con coches adaptados con la tecnología de Apple; eso es 80 veces más de lo que fue capaz de conseguir el mes anterior. Si bien está bien lejos de los casi dos millones que Waymo, la división de coches autónomos de Alphabet, consiguió en el mismo periodo.
Que Apple no haya reducido las pruebas nos indica que el proyecto aún tiene futuro. Puede que no sea como un producto final vendido por Apple, sino uno dirigido a fabricantes de coches, que puedan implementar en sus nuevos modelos para ganar capacidades autónomas. O puede que sea una furgoneta para negocios. Sea como sea, probablemente esto no será lo último que leamos sobre el Apple Car.