El 2019 es un año muy importante para la ciudadanía española y europea, con la celebración de elecciones a prácticamente todos los niveles. El próximo 28 de abril se celebran las elecciones generales, después de que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no haya podido sacar adelante sus Presupuestos. Las encuestas se contradicen entre sí, a veces dando la ventaja al triunvirato PP-Ciudadanos-Vox y otras al de PSOE-Podemos-Independentistas; en estos momentos, el ganador no parece evidente.
La situación es similar en las elecciones municipales y europeas, que se celebrarán al mismo tiempo el próximo 26 de mayo. A nivel europeo, el “Brexit”, el juego de poder entre las grandes potencias europeas y la subida de partidos populistas y de ideologías extremas dará mucho que hablar. En esta situación, puede pasar prácticamente cualquier cosa.
La propaganda política en redes sociales, la nueva política
Por eso, no deja de ser llamativo que las empresas de Internet no parecen haber aprendido nada en los últimos años. Escándalos relacionados con las últimas elecciones, como la influencia rusa en las elecciones de EEUU o la sorpresa del mencionado Brexit no han provocado demasiados cambios en la principal vía de ingreso de las compañías tecnológicas: la publicidad.
Tal y como el escándalo de Cambridge Analytica reveló, las redes sociales como Facebook y las plataformas de publicidad como la de Google se usan a diario para distribuir propaganda personalizada para cada usuario. Gracias a identificadores como nuestro número de teléfono, los anunciantes son capaces de crear perfiles muy detallados, incluyendo nuestras preferencias políticas; usando esa información, pueden crear publicidad adaptada para mejorar la imagen de los candidatos, incluyendo promesas que el político nunca hizo.
Esa es la nueva política, la que se centra en decirnos lo que queremos escuchar. El programa político pasa a segundo plano, y lo importante es conectar con la audiencia sea como sea. Es la era del “todo vale”, de los anuncios políticos generados automáticamente, de las promesas que sólo tú vas a escuchar. Y en medio de esta revolución en la política, Facebook, Google y otras compañías están mirando hacia otro lado.
Sí, es cierto que estas compañías han implementado medidas, especialmente para mejorar la transparencia; por ejemplo, indicando quién ha pagado la publicidad que estás viendo. Pero la realidad es que este problema está lejos de ser solucionado, y ahora la propia Google ha confesado que es mejor dejar de ofrecer propaganda a través de Internet, antes de intentar solucionarlo.
Google prohíbe los anuncios políticos en Canadá
Ha ocurrido en Canadá, donde una nueva ley obliga a las plataformas online a mantener un registro de los anuncios políticos que se publican, tanto de manera directa como indirecta. Es una ley que busca añadir más transparencia y claridad al proceso electoral, para que los votantes sepan cómo y porqué están viendo propaganda política.
Sin embargo, eso ha resultado ser demasiado para Google, que ha anunciado que no mostrará anuncios políticos durante la campaña de las elecciones federales que se celebran en Canadá este año. Simplemente, dejará de aceptar anuncios que le obliguen a dar esos pasos adicionales. Google ha mencionado el poco tiempo que tiene antes de las elecciones para modificar su sistema; además de la dificultad de detectar anuncios políticos, especialmente si no mencionan directamente a un político o un partido.
Google ha recibido críticas del gobierno, achacándola a una decisión de “negocios”; en otras palabras, Google no quiere gastarse el dinero en detectar anuncios políticos en su plataforma, así que ha preferido prohibirlos directamente. A cambio, la compañía afirma que se centrará en su servicio de noticias Google News y en Youtube para informar de las elecciones.
Está por ver cómo funcionará esto, pero no puedo evitar pensar que Google y otras compañías deberían hacer lo mismo en Europa. Las compañías de Internet han demostrado, una y otra vez, que son incapaces de controlar su propia plataforma; en base a esto, sería irresponsable de su parte ofrecer anuncios políticos en época de elecciones.