Con Bandersnatch, el capítulo especial de Black Mirror, Netflix descubrió una mina. El gran éxito de esta aventura interactiva ha asegurado la producción de series y películas basadas en la misma idea: que la audiencia pueda controlar a los personajes y los eventos de la historia.

El segundo intento es “Sobrevivir es el reto”, el título en español de “You vs Wild”. Se trata de una serie protagonizada por Bear Grylls, que en España es más famoso por “El último superviviente”; y de hecho, es muy parecido a lo que estamos acostumbrados a ver del ex-militar británico.

La serie de supervivencia de Netflix nos pone al mando de Bear Grylls

Es decir, que cada capítulo consiste en soltar a Grylls en un entorno aislado; y ver cómo es capaz de sobrevivir a los peligros de la naturaleza para llegar a la civilización. La gran diferencia, en cuestión de planteamiento, es que ahora Grylls tiene desafíos que debe cumplir en cada capítulo; por ejemplo, en la primera aventura debe atravesar una jungla para llevar medicinas a una aldea remota.

Pero la verdadera diferencia de “Sobrevivir es el reto” respecto a cualquier otra serie de supervivencia es que podremos controlar las acciones del protagonista. Al igual que en Bandersnatch, podremos tomar decisiones cada cierto tiempo sobre lo que Grylls debería o no hacer. Por ejemplo, si se encuentra un gusano, debemos decidir si debería comérselo o dejarlo; cada acción tendrá sus consecuencias, y tendremos que tener en cuenta lo que Grylls nos ha enseñado en sus programas y el objetivo que tenemos en cada capítulo.

Con “Sobrevivir es el reto”, Netflix apuesta claramente por la interactividad, hasta el punto de que algunos elementos de la interfaz tienen un mando de videojuegos; aunque en realidad no lo podemos usar y sólo tenemos que usar el mando a distancia o el ratón.

Un programa de supervivencia es ideal para tomar este tipo de decisiones, y probablemente por eso Netflix se ha centrado más en ofrecer un mayor control a la audiencia. Si esta serie tiene éxito, no nos extrañaría que las series interactivas se conviertan en un as bajo la manga para Netflix contra servicios como Disney+.