Facebook es demasiado poderosa y debe ser dividida, según su propio co-fundador
El co-fundador de Facebook ha lanzado una petición muy dura contra Facebook: pide que se acabe con la compañía y que el gobierno supervise las redes.
9 mayo, 2019 17:40Noticias relacionadas
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Hay muchísimos dardos contra Facebook ahora mismo. Personas, empresas e incluso gobiernos están claramente en contra de la red social más poderosa del mundo y no es para menos; multitud de titulares y escándalos han dañado la imagen de la empresa hasta puntos casi inimaginables. Ahora se le suma un nuevo “enemigo”, y este es especialmente delicado: Chris Hughes, co-fundador de Facebook junto a Mark Zuckerberg.
El empresario de 35 años ha escrito un extenso artículo de opinión en el New York Times dejando clara su postura: hay que dividir Facebook, vender WhatsApp e Instagram y el gobierno tiene que regular tanto esta como las demás redes sociales. Los motivos de Hughes son, entre otros, el inmenso poder que Facebook ha acumulado con los años.
Chris Hughes, co-fundador de Facebook, pide dividir la empresa
Hughes, que ahora es empresario entre otras cosas tuvo en su poder la revista New Republic y además fue una mano importante en la campaña electoral de Barack Obama que le dio la presidencia en 2008. Fundó Facebook junto a Zuckerberg, y ahora ha publicado un artículo muy detallado de por qué Facebook debería dividirse y consecuentemente ser regulada por el gobierno. En el link de abajo os dejamos el enlace al artículo original.
A grandes rasgos, el artículo de más de 6000 palabras deja claro que Facebook es demasiado poderosa. Hughes cree que necesitamos una nueva agencia gubernamental para manejar los crecientes problemas de regulación tecnológica, así como las redes sociales modernas. Su planteamiento es dividir la empresa y acabar con el poder que Facebook ha ido acumulando con el tiempo, además de que el gobierno regule la firma y también el poder que ejercen los medios sociales.
Según Hughes, “la influencia de Mark es asombrosa, mucho más allá de la de casi cualquier otra persona en el sector privado o en el gobierno”. Zuckerberg controla la mayoría de las acciones con derecho a voto de la compañía, y por lo tanto la junta de Facebook “funciona más como un comité asesor”, pudiendo ser solo Facebook quien decide la configuración de los algoritmos de Facebook, Instagram y WhatsApp. Él determina quién ve según qué cosas.
Con este poder, Facebook es capaz de gestionar casi como quiera empresas privadas e incluso influir en las elecciones tal y como ya se ha demostrado que ha hecho. Según Hughes, dicho poder es capaz incluso de influir sobre candidatos políticos, algo bastante peliagudo.
Hughes se siente decepcionado consigo mismo por no prever el poder que tendría el feed de noticias de Facebook. No supieron prever con certeza el poder que ahora mismo tiene y cómo cambió la forma en la que entendemos las fake news. Aunque el poder de los medios sociales para configurar la comunicación sea obvio, dichas herramientas tuvieron consecuencias importantes.
Estas tendencias monopolísticas no están solo en la tecnología, sino en todas las industrias. Hughes asegura que el tamaño promedio de las empresas públicas en los Estados Unidos se ha triplicado en los últimos 20 años. La concentración de poder e influencia de Facebook es parte de una tendencia que va más allá de la concentración en Silicon Valley.
El co-fundador de Facebook ha pedido dividir la empresa en 3 compañías separadas: Facebook, WhatsApp e Instagram. Estas 3 empresas cotizarían en bolsa de forma separada para evitar que Facebook acumulara más poder en datos y así proteger a los usuarios. Así, se evitaría el monopolio y se fomentaría la competitividad en el mercado.
Los hechos más importantes para Hughes fueron el escándalo de Cambridge Analytica y la interferencia de Facebook en las elecciones de 2016. Él los califica como “los peligros del monopolio de Facebook”, que se ha establecido como un ciclo de escándalos sucesivos. “Cada vez que Facebook se confunde, repetimos un patrón agotador: primero la indignación, luego la decepción y, finalmente, la resignación”.
Zuckerberg, según Hughes, ha creado un “leviatán que restringe el espíritu empresarial y restringe la elección del consumidor”. Su capacidad de poder “sin precedentes y antiamericano” estaba casi sin control, aunque sigue diciendo que es “una buena persona”.
Sin embargo, aunque Hughes deje claro que Zuckerberg no es un monstruo sin alma, está enfadado “porque su enfoque en el crecimiento lo llevó a sacrificar la seguridad y la civilidad por los clics. Estoy decepcionado conmigo mismo y con el equipo de Facebook que no había pensado más en cómo el algoritmo de News Feed podría cambiar nuestra cultura, influir en las elecciones, y empoderar a los líderes nacionalistas. Y me preocupa que Mark se haya rodeado de un equipo que refuerce sus creencias en lugar de desafiarlos “.
“Mark puede que nunca tenga un jefe, pero necesita controlar su poder. El gobierno estadounidense debe hacer dos cosas: romper el monopolio de Facebook y regular a la compañía para que sea más responsable ante el pueblo estadounidense”. Hughes incluso llegó hasta el punto de decir que con el tiempo, después de la división, a Zuckerberg y otros ejecutivos “probablemente se les deba exigir que se deshagan de sus acciones de gestión”. Además, aclara que a Facebook se le debería prohibir el realizar más adquisiciones, para evitar más monopolio.
Para impulsar el cifrado de extremo a extremo y la seguridad, el co-fundador de Facebook dice que tras la división los legisladores deberían unir las partes de seguridad más importantes de las 3 partes que quedarían para que la firma se centrara más en privacidad. Se mostró proclive a la creación de una “nueva agencia, facultada por el Congreso para regular a las empresas de tecnología”. “Simplemente romper Facebook no es suficiente. Necesitamos una nueva agencia, facultada por el Congreso para regular las empresas de tecnología. Su primer mandato debe ser proteger la privacidad”.
Imagen de portada | Rick Friedman/Polaris.