Continuamente conocemos avances tecnológicos que podrían suponer una revolución en el sector textil; sin embargo, éstos nunca terminan de llegar al mercado, ya sea por sus altos costes o por su débil resistencia.
La situación podría cambiar gracias a un nuevo invento. Hablamos de unas baterías portátiles que pueden meterse a la lavadora sin estropearse y que podrían comercializarse a un coste bastante bajo.
Baterías portátiles aptas para la lavadora
Investigadores de la Universidad de Cambridge han trabajado codo con codo con expertos de la Universidad de Jiangnan (China) para intentar que el mercado textil dé el salto tecnológico de una vez por todas.
Los científicos han demostrado que el grafeno y otros materiales similares pueden integrarse directamente en telas y utilizarse como baterías. Este avance científico podría dar lugar a una nueva etapa en la moda; sobre todo por la flexibilidad, la comodidad y la posibilidad de lavarse del grafeno.
El resto de dispositivos electrónicos portátiles emplean componentes electrónicos rígidos de plástico. Dichas características tienen una compatibilidad limitada con la piel como tejido; lo decimos porque esas piezas se estropean al lavarse y son incómodas al no ser transpirables.
La moda tecnológica más cerca que nunca
La posibilidad de poder lavar las baterías es sorprendente; pero, también hay otros aspectos a tener en cuenta, como el precio. En este caso, no será un problema, los expertos aseguran que su dispositivo electrónico se basa en poliéster de bajo coste, sostenible y fácil de instalar en las prendas de vestir. Los investigadores relatan que pueden integrarse en la ropa en un proceso de teñido normal y corriente.
Estos componentes de grafeno pueden usarse en ropa para almacenar carga eléctrica y liberarla cuando sea necesario. Los dispositivos podrían usarse con muchos fines, tales como el seguimiento médico; la conversión de energía; circuitos flexibles, prendas militares, etcétera.
Felice Torrisi, del equipo de la Universidad de Cambridge, explica que su creación podría servir para convertir las prendas de vestir en elementos para almacenar energía y crear multitud de usos hasta ahora desconocidos. La experta pone ejemplos como el almacenamiento de la energía corporal y el IoT.
Foto destacada: Nanoescale (2019)
Noticias relacionadas
- Cámaras y accesorios de 13.000 dólares por 100 dólares, el costoso error de Amazon en el Prime Day
- Este hotel japonés ha instalado un simulador de vuelo gigante en una de sus habitaciones
- Un reloj con 8 pantallas desplegables, la nueva idea loca de IBM
- Cómo una babosa paró todos los trenes de alta velocidad de Japón