Las amenazas se han cumplido. El gobierno de los EEUU ha metido a Huawei en la “lista de entidades”, una especie de lista negra de compañías extranjeras que no pueden obtener bienes ni servicios del país. Eso implica que todos los acuerdos comerciales de Huawei con Google, Intel, Microsoft, y cualquier otra compañía estadounidense están rotos o “congelados” con efecto inmediato.
Las consecuencias de semejante decisión se notarán en las próximas semanas y meses. Serán más notables en el sector Android, donde Huawei es uno de los grandes jugadores y la referencia en muchos aspectos. Como ya hemos visto, los MateBook se quedan sin procesadores que usar, así como probablemente sin sistema operativo que ofrecer por defecto. Pero este bloqueo a Huawei no afectará sólo a la empresa china; irónicamente, le puede poner las cosas muy difíciles a uno de los estandartes de EEUU: Apple.
Suena algo ridículo. Al fin y al cabo, Huawei es uno de los principales competidores de Apple, especialmente después del lanzamiento de sus últimos modelos; Huawei siempre se ha comparado con Apple, alegando que ofrece mejor rendimiento y calidad por menos precio. Sin Huawei, las ventas del iPhone pueden subir, al menos en los mercados afectados como EEUU o Europa. Pero no es tan simple como eso. Ese posible aumento de ventas puede no servir para compensar los problemas que Apple ya está sufriendo por culpa de esta orden ejecutiva de Donald Trump.
Boicot a Apple en China, su mercado más importante
Las primeras consecuencias ya se están dejando notar, con la organización de un boicot contra productos de Apple en China. Multitud de usuarios de redes sociales como Weibo se están organizando en protestas digitales; piden que la ciudadanía china deje de comprar productos como el iPhone en respuesta por la guerra comercial entre EEUU y China.
Según BuzzFeed News, grupos de usuarios llevan organizándose desde la semana pasada, en previsión a la decisión definitiva de Trump. Sin embargo, no siempre son llamadas directas al boicot; en muchas ocasiones, son bromas, “memes” o críticas a los productos de Apple. Por ejemplo, algunos de los mensajes más populares afirman que los móviles Huawei son comparables a los de Apple, “o incluso mejores”. Se preguntan públicamente porqué, si ya tienen una alternativa tan buena, siguen comprando productos de Apple. Otros usuarios envían mensajes desde un iPhone, prometiendo cambiar de móvil en cuanto ahorren lo suficiente.
Un boicot extendido puede ser catastrófico para Apple. China es uno de sus mercados más importantes, especialmente entre los “nuevos ricos” que han aparecido en la nueva economía china; son un símbolo del estatus social del comprador. Los nuevos dispositivos de empresas locales como Huawei están cambiando esto. En el último trimestre del 2018, las ventas de Apple en China cayeron un 20%; mucha gente no cree que sea casualidad que las ventas de Huawei subiesen un 25% en el mismo periodo de tiempo.
Se espera venganza del gobierno chino
El gobierno chino no ha ocultado sus intenciones de tomar represalias ante cualquier movimiento del ejecutivo de Donald Trump. Las empresas estadounidenses serían las grandes perdedoras, ya sea con más impuestos para la importación de productos, o incluso con la prohibición completa.
Se espera que el 20% de todos los usuarios que van a actualizar su iPhone en los próximos 12 meses sean chinos. Si el gobierno decide subir el precio de estos móviles, o prohibirlos directamente, sería un golpe como pocos para Apple. Pero esa puede ser la menor de sus preocupaciones; China podría vengarse de una manera menos directa y clara, imponiendo más aranceles a los productos que exporta.
Aunque ensambla algunos modelos en EEUU, Apple, al igual que la mayoría de fabricantes, depende de los componentes que exporta de China. Por lo tanto, China tiene el poder de aumentar el precio del iPhone en EEUU y Europa a placer. De esta manera, el ciudadano chino no se vería afectado, pero sí el estadounidense y europeo, y sería por lo tanto un golpe político frente a Donald Trump y los dirigentes europeos que están apoyando su guerra comercial.