La marca Corvette es legendaria en el sector automovilístico; aunque en Europa son bastante raros, en EEUU estos deportivos son toda una institución. Cada nueva generación se convierte automáticamente en objeto de deseo por jóvenes y mayores; en buena medida, el Corvette representa muy bien el estilo estadounidense.
Baste decir que la nueva renovación, el Corvette C8 Stingray, era muy esperada, pero no solo por eso. Y es que estamos ante el Corvette más modernizado hasta la fecha, incluso llegando a sacrificar parte de lo que lo hacía especial; el mayor cambio es que el nuevo Corvette tiene el motor montado en la parte central, y no en la delantera como era tradicional. Esta es la colocación obvia en los deportivos para conseguir un mejor reparto de pesos, peor hasta ahora Chevrolet se había negado a dar el paso.
El nuevo Chevrolet Corvette, ahora con motor central
Como resultado, el diseño del Corvette ha cambiado mucho; ya no tiene un enorme frontal en el que alojar el motor, y eso ha permitido a los diseñadores ser más agresivos. Es algo más que una evolución de las líneas del C7, especialmente en la parte trasera, donde el espacio adicional por el motor se ha aprovechado para implementar más soluciones aerodinámicas. Además, ahora tenemos dos maleteros, aunque el delantero será justito para una bolsa de viaje y el trasero permitirá llevar dos bolsas de golf. Claro, que si queremos ir sin el techo, necesitaremos uno de estos maleteros para guardarlo.
Todo son ventajas en un principio, pese a que se pierda una tradición. En cambio, la que no se va a perder está en el motor. Nada de hibridación ni nada parecido, el motor del nuevo Corvette sólo podía ser un V8, en este caso un 6,2 litros con nada menos que 495 caballos y 630 nm de par motor. Pero además, podemos optar por un escape deportivo que aumentará la potencia hasta los 495 caballos.
En cambio, tenemos que decir adiós al cambio de marchas manual; por primera vez, el Corvette estará disponible sólo con transmisión automática de ocho velocidades y doble embrague. Gracias a todo esto, el Corvette es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos; medio segundo más rápido que la generación anterior, y le permite entrar en territorio poblado por rivales muy feroces.
Un precio sorprendente para un coche semejante
El exterior se ha modernizado, pero eso no es nada comparado con el interior, cuyo diseño ha recibido inspiración de los cazas de combate. El habitáculo envuelve completamente al conductor, y hasta da la sensación de que viajamos separados del pasajero. El volante es más cuadrado y tenemos dos pantallas directamente en nuestro campo de visión, una de ellas para el cuadro de instrumentos. Entre los avances tecnológicos está el sistema que sube la suspensión automáticamente dependiendo de datos del GPS; se pueden guardar hasta 1.000 localizaciones en las que el coche subirá por si solo para pasar por badenes o baches.
El nuevo Chevrolet Corvette C8 Stingray entrará en producción a finales de año, y aquí llega el verdadero golpe: la versión básica costará menos de 60.000 dólares. Eso es poco dinero para tanta potencia y estilo, y puede hacer que mucha gente redescubra la marca. Por el momento no hay datos de su lanzamiento en Europa, pero Chevrolet sí que dio una pista: habrá un modelo con el volante a la derecha para el Reino Unido, así que como mínimo podemos esperar que este modelo cruce el charco.