Hace ya unos años que se lanzó la que fue la primera carretera con paneles solares del mundo, inaugurada en 2016 en Orne, en Tourouvre-au-Perche, Francia. Dicha vía de pruebas que se encuentra en la carretera departamental 5 en Normandía prometía ser un avance sin precedentes que iba a demostrar la implicación del país con las energías renovables.
Desgraciadamente, no ha sido así. Tal y como adelantan medios franceses como FranceSoir o LeMonde, la carretera ha sido todo un fracaso, y no por su naturaleza sino por su trayecto.
Según los medios locales, esta carretera ha demostrado ser, al menos en su estado actual, "ineficiente" y "no rentable". Ya hay algunos que señalan a los posibles responsables de este fiasco, pese a que la idea detrás de este concepto era muy buena.
La carretera con paneles solares francesa acaba en desgracia
Tal y como recogen estos medios franceses, la carretera además de no haber dado los resultados esperados, está en un estado muy deficiente tras 2 años y medio de uso tal y como explica el ingeniero José Manuel Sanz en Twitter.
La carretera con paneles solares presenta numerosos problemas; para empezar, no es nada eficiente. Según FranceSoir, el primer año que estuvo esta carretera en funcionamiento arrojó la mitad de la producción esperada. El siguiente año se produjo un cuarto de la energía que se esperaba y para junio de este año, únicamente una octava parte.
Según explica Gilles Morvan, director general de servicios del consejo departamental de Orne: "los ingresos por la venta de electricidad generada por la carretera nos deberían traer 10.500 euros al año. En 2017, recibimos 4.550 euros. En 2018, 3.100 euros, y para el primer trimestre de 2019, solo 1.450 euros".
Ya en mayo se retiraron casi 100 metros de carretera dañada para su reparación. El resto de la carretera está llena de juntas salidas, paneles fuera de la carretera, astillas de la resina que debería protegerla, etcétera. Incluso una tormenta eléctrica había dañado la carretera.
A esto se le sumaba el ruido; la carretera era demasiado ruidosa.La velocidad a la que se transita por esta carretera tuvo que ser reducida a 70 kilómetros por hora.
Se acusa a los ingenieros responsables de la carretera de no tener en cuenta el impacto del tráfico agrícola sobre estos paneles. Dos techadores locales entrevistados por Le Monde bromean: "los ingenieros de este proyecto seguramente no pensaron en los tractores que podrían volcarse".
Los políticos, los grandes "beneficiados"
Lo fácil sería pensar que esto es culpa de una serie de ingenieros que no han tenido en cuenta todas las medidas de seguridad e implicaciones de una medida así. Pero de nuevo, tal y como recogen estos medios franceses, son los funcionarios electos locales y los políticos los más contentos con esta medida, algo curioso sabiendo que esta carretera ha costado 5 millones de euros.
En declaraciones de David Trebosc, fundador del sitio BDPV (Base de datos de instalaciones fotovoltaicas): "Nos damos cuenta de que, del lado de los actores locales, los funcionarios electos a menudo están encantados con la publicidad que les brindan los caminos solares, sin preocuparse por su eficiencia económica y ambiental. Esto atrae a las cámaras y muestra más que carteles en un edificio."
Y no le falta razón. Todo apunta a que el resultado de este "camino solar" se debe a unos políticos que buscaban la foto publicitaria y desoyeron los consejos de unos ingenieros. Estas medidas ecológicas son ideales para mostrarse ante la prensa y así ganar votos en unos comicios.
El consejo general votó en junio a favor de una subvención de 100.000 euros destinados a nuevos proyectos gestionados por Wattway, la subsidiaria de Colas, la empresa responsable de la carretera. Por lo tanto, podríamos ver más proyectos así en un futuro. La pregunta es si acabarán tan bien.