Apple ha presentado los resultados financieros del tercer trimestre, y están llenos de buenas y malas noticias para la compañía. Y es que no podemos decir que estos resultados sean desastrosos, teniendo en cuenta que los ingresos han aumentado un 1% respecto al año anterior, llegando a los 53.800 millones de dólares, lo que supone unos beneficios netos de nada menos que diez mil millones de dólares.
Que Apple sigue siendo una de las compañías tecnológicas (y no tecnológicas) más importantes del mundo no ha cambiado. La manera en la que lo está consiguiendo, sí. Y es que Apple ya no gana tanto dinero con el iPhone, y ese dato no es una novedad, sino una tendencia que lleva ya varios trimestres cumpliéndose.
Apple ya no comparte datos de ventas de iPhone, y prefiere centrarse en los beneficios; es obvio a estas alturas que las cifras de ventas no pueden compararse con sus rivales de Android. La división de iPhone consiguió unos beneficios de casi 26.000 millones de dólares, una caída de casi el 12% respecto al mismo periodo en el año anterior.
Los ingresos del iPhone siguen cayendo
Todo esto supone que el iPhone ya no tiene tanto peso dentro de la compañía, y de hecho, es la primera vez desde el 2012 que el iPhone supone menos de la mitad de todo el negocio de Apple.
Tim Cook, CEO de Apple, pinta los números de manera optimista, afirmando que al menos se trata de una "mejora significativa" respecto a los datos de pasados trimestres. Pero ese es poco consuelo para una compañía que tuvo en el iPhone su gran salvación.
Recordemos que, en los últimos años, Apple se centró en modelos de gama cada vez más alta, con precios acordes. El iPhone X inició una tendencia de modelos punteros que no están al alcance de todo el mundo. Incluso cuando Apple se atrevió a expandir su clientela potencial con el iPhone XR, el llamado "iPhone barato" realmente seguía siendo más caro que muchos de sus competidores Android.
La apuesta por aumentar los beneficios en cada unidad vendida, en vez de vender más, no parece estar dando resultados.
¿La jugada maestra de Apple?
Vale, el iPhone sigue siendo sumamente importante para Apple, y sigue siendo una referencia en el sector de los smartphones. Pero ya no es la gallina de los huevos de oro que fue en su día, y eso puede ser preocupante para cualquier compañía. No para Apple, aparentemente.
Y es que Tim Cook parece haber previsto esta situación perfectamente. Recordemos que, pese a la gran caída de los iPhone, la compañía en general sigue creciendo; eso es porque otras divisiones están cubriendo las pérdidas del iPhone.
Los wearables, por ejemplo, son cada vez más importantes, con el lanzamiento de los nuevos AirPods y el éxito del Apple Watch (realmente el único smartwatch que podemos decir que lo haya sido).
Hasta divisiones que hasta no hace mucho estaban de capa caída ahora están creciendo, como la de los Mac o la de los iPad. No es de extrañar que Apple se esté centrando en renovar su gama de portátiles desde cero, empezando por un modelo de 16 pulgadas.
Y por supuesto, no podemos olvidarnos de los servicios, que siguen creciendo, tanto comparados con el año pasado como con el trimestre anterior. Y eso que Apple TV+ aún no ha sido lanzado. Con 420 millones de suscriptores en sus diferentes servicios, Apple va camino de cumplir todos los objetivos que se propuso en su día.
Sí, puede que los iPhone hayan perdido el brillo. Pero eso no significa que Apple lo esté pasando mal.