Reconocimiento facial en un bar.

Reconocimiento facial en un bar. Datasparq

Omicrono Reconocimiento facial

El bar del futuro usa reconocimiento facial para saber a quién le toca pedir

2 agosto, 2019 16:26

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Seguro que esto te ha pasado alguna vez. Vas a un bar ya sea solo o con tus amigos y ves que la barra está llena de gente. Intentas entrar para unirte a la cola y pedirte una copa pero aparece el de siempre: esa persona a la que le da igual la cola y tú mismo, entra por la fuerza y arrambla con todo.

Todos desearíamos que ese personaje no estuviera o que al menos se hiciera un control de a quién le toca en la barra. Esto obviamente es muy difícil para el barman; en ocasiones hay tanta gente que para él es imposible acordarse de a quién le toca.

El bar del futuro tiene la solución y usa un arma muy poderosa para ello: el reconocimiento facialSí, el próximo bar al que vayas reconocerá tu cara para que el barman sepa perfectamente a quién le toca y así pillar a los que se cuelan fácilmente.

El bar del futuro usará reconocimiento facial para que no te cueles en la barra

La compañía británica dedicada a gestión de datos, DataSparq ha desarrollado un kit llamado "AI Bar" que usa una tecnología de reconocimiento facial para poner a los clientes en lo que ellos califican una "cola inteligente virtual" para poder reconocer quién va el próximo para pedir una copa.

Este sistema abarca todos los "problemas" del Primer Mundo de un bar normal. Además de reconocer a quién le toca también recoge cuánto tiempo de espera ha pasado para atender a esa persona. También, por supuesto, analiza quién ha sido un impertinente y se ha peleado con el barman por no poder esperar unos pocos minutos a recibir una copa.

Esta tecnología ya ha sido probada en el bar londinense 5cc Harrild & Sons, donde el barman Luka Kovijanić explica que los clientes más habituales "se mostraron un poco escépticos al principio, pero tan pronto como vieron el sistema en acción, se entregaron a él".

DataSparq

Existe una práctica usada por muchas personas que consiste en poner el codo en la barra avasallando a todos para que el barman considere que le toca a él y servirle el primero. El sistema evita que ocurra esto con un truco muy claro: funciona mostrando un vídeo en vivo de lo que está pasando.

En ese vídeo se ve cómo el sistema usando reconocimiento facial le pone número a las personas para que estas sepan en todo momento cuál es su turno. "AI Bar" tiene también verificación automática de edad, de tal forma que ningún chaval podrá (en teoría) llevarse una copa siendo menor. En cuanto a los datos almacenados, DataSparq asegura que estos se eliminan del almacenamiento local y de la nube cada noche.

Según DataSparq, AI Bar es capaz de ahorrar tiempo equivalente a servir 78 millones de pintas. De media, un británico pasa en toda su vida esperando por una bebida el equivalente a 2 meses completos, por lo que AI Bar podría eliminar este horrible "escollo".

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Los dueños de los bares también podrán ver datos referentes a sus trabajadores y al consumo. Se les dará datos sobre patrones de consumo para elegir ofertas de bebidas populares y patrones de trabajo según el horario, para optimizar las tareas que deben realizar los miembros del personal.

AI Bar tiene una ventaja adicional: reducir el estrés. Hay personas muy cuestionables en el mundo que para pedir una copa molestan a las personas, gritan a las mujeres y hablan de malas formas a los barman, que están en su puesto de trabajo. Luka Kovijanić agradece enormemente este sistema ya que odia este tipo de situaciones.

"Siempre odio cuando estoy en el bar y grupos de tipos ruidosos se me acercan. No debería tener que enfrentarme a extraños solo por pedir una bebida. Con esta nueva tecnología, es algo de lo que nunca más tendré que preocuparme ".

Para que AI Bar funcione se necesita una webcam estándar, una pantalla de visualización de la interfaz y una conexión a Internet. El sistema costará a los propietarios unos 240 dólares, un precio barato si gracias a él podemos disfrutar de un barman poniendo en su sitio al clásico tipo que se cuela molestando a los demás.