Tal y como explicó Einstein en su día, los llamados fonones son paquetes de energía vibracional emitidos por átomos nerviosos, lo que se manifiesta en forma de sonido. Concretamente, los fonones son las unidades de sonido más pequeñas conocidas hasta la fecha.
Hablamos de un sonido a nivel cuántico, por lo que los seres humanos no podemos escucharlo. De hecho, hasta ahora no había ningún micrófono en el mundo que pudiera detectar dichos sonidos, fuera de la calidad que fuera.
Decimos hasta ahora porque eso acaba de cambiar, ya que un grupo de físicos ha desarrollado un micrófono cuántico que es capaz de escuchar los fonones. A continuación los detalles.
Micrófono cuántico: el más sensible del mundo
Los investigadores de la Universidad de Stanford han creado un micrófono cuántico que deja por los suelos a todos los micrófonos existentes. En pocas palabras, han desarrollado el micrófono más sensible del mundo.
Los micrófonos tradicionales funcionan al detectar las ondas de sonido interactuar con una membrana. El problema es que los fonones son tan pequeños que es imposible detectarlos con este tipo de micrófonos.
Teniendo en cuenta este problema, los científicos de Stanford han construido un dispositivo capaz de medir la energía de los fonones directamente al emplear resonadores diminutos que actúan como una especie de espejos para el sonido. Éstos son tan pequeños que solo pueden verse utilizando un microscopio electrónico.
El dispositivo atrapa los fonones y mide las vibraciones que generan, consiguiendo así escuchar los fonones por primera vez en la historia de la humanidad. Según el comunicado de la Universidad, el dispositivo "escucha los susurros de los átomos". Suena todo increíble, ¿verdad? Pero, ¿para qué podría servir este avance?
La clave para mejores ordenadores cuánticos
La investigación, publicada en la revista Nature, podría ser la clave para crear un nuevo tipo de ordenador cuántico. La posibilidad de detectar pequeños paquetes de sonido podría dar lugar a dispositivos capaces de codificar información empleando energía del sonido.
Esta peculiaridad permitiría almacenar ingentes cantidades de información en dispositivos más pequeños y eficientes que las computadoras cuánticas actuales. Estaríamos hablando así de ordenadores cuánticos fonónicos en lugar de fotónicos.
Como suele ocurrir con este tipo de avances, aún es muy pronto para saber si llegará a ser tan relevante como dicen los científicos, pero, la capacidad de poder escuchar al fin a los fonones es increíble.