A EEUU ya ni le importan los hechos para cargar contra Google
- Estos senadores estadounidenses aseguran que Google está priorizando "sus beneficios antes que su país".
- El motivo: un altavoz de Huawei que iba a nacer de una colaboración entre Google y la firma china.
- El cifrado de extremo a extremo en peligro: Trump podría prohibirlo.
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Tras todo el revuelo de la guerra comercial entre Estados Unidos y China (guerra que por cierto seguirá trayendo cola) estamos viendo a políticos como senadores estadounidenses conservadores llevarse las manos a la cabeza por cualquier cosa con tal de apoyar la teoría aún sin probar de que Huawei es un motor de espionaje chino.
Incluso tras los incidentes que dejaron a Huawei en la estacada se desconoce hasta qué término llegará dicha guerra y las consecuencias que tendrá esta para las principales compañías norteamericanas como Google. Esta última, por cierto, está siendo íntimamente vigilada por Trump.
Ahora Google vuelve a sufrir dichas presiones, ya que los senadores estadounidenses han mandado una carta abierta a la compañía pidiéndole a la gran G detalles sobre unos planes ya descartados de crear un altavoz inteligente junto a Huawei.
Senadores estadounidenses atacan a Google por un acuerdo fallido con Huawei
La carta ha sido enviada por los senadores Josh Hawley (R-MO, e impulsor de la ley S.M.A.R.T contra la adicción tecnológica), Marco Rubio (R-FL) y Tom Cotton (R-AR) directamente al CEO de Google, Sundar Pichai. En la carta, se acusa a Google abiertamente de que prioriza "el beneficio antes que su país".
En la misiva hay recogidas una serie de preguntas a Google. Por ejemplo, a la par que acusa a Google de ser egoísta, pregunta a la compañía si esta realizó una "debida diligencia" antes de aceptar "asociarse con Huawei para desarrollar dispositivos de escucha para su uso en los Estados Unidos".
Las preguntas lanzadas por los senadores son las siguientes:
-"¿Por qué se asoció con Huawei para desarrollar dispositivos de escucha para su uso en los Estados Unidos?"
-"¿Por qué continuó esa asociación incluso después de que el Departamento de Justicia emitiese una acusación formal en la que afirmaba que Huawei, como lo expresó el Washington Post, 'está decidido a tener éxito mediante el robo y la duplicidad'"?
-"¿Qué aprendió sobre las vulnerabilidades de seguridad nacional con los dispositivos de escucha mientras trabajaba con Huawei, y qué pasos, si alguno, tomó para eliminar los riesgos de seguridad nacional de estos dispositivos?"
-"¿Qué consideración le dio al riesgo de seguridad nacional planteado por Huawei antes de aceptar trabajar con ellos en este proyecto sensible?"
-"Los informes sobre este proyecto indican que usted "suspendió" el proyecto porque Huawei fue incluida en una lista negra comercial".
-"¿Planea continuar ayudando a Huawei a instalar dispositivos de escucha en los hogares estadounidenses si se levanta el veto?"
Si bien es cierto que el acuerdo está cancelado en estos momentos, es posible que se reanude en caso de que Huawei salga de la lista negra que le impide comerciar con empresas estadounidenses.
El mayor problema de estas preguntas y de la presión a Google es que estos senadores y en general una mayoría de la derecha conservadora de Estados Unidos siguen alegando que existe espionaje por parte de Huawei, sin presentar evidencias concretas.
Que viene el lobo, que viene el lobo
El ejecutivo de Trump ha estado manteniendo durante mucho tiempo que Huawei es una empresa dedicada al espionaje y que su red 5G pretende ser un canal abierto para espiar a sus conciudadanos. Pero hasta ahora, no han presentado pruebas fehacientes de ello, y mucho menos de que tenga contactos con el gobierno chino.
El veto a Huawei se levantó a principios de julio, siendo Trump el mismo que anunció que la empresa podría comerciar con empresas estadounidenses. Sin embargo tenía letra pequeña: le permitía vender y comprar productos que no representasen "un riesgo de gran seguridad nacional para los Estados Unidos". Los detalles de este anuncio no han sido revelados.
La carta de estos senadores estadounidenses no tiene ninguna lógica por diversos motivos. Para empezar, un altavoz inteligente de Huawei funcionaría igual que uno de Sony, LG, Sonos, etcétera. El software dentro de los altavoces se conectaría directamente a la cuenta de Google del usuario y probablemente no enviaría ninguna información a los servidores del fabricante.
Dado que los altavoces de Google Assistant de fabricantes de terceros están construidos en colaboración con Google, es probable que la compañía no otorgue su sello de aprobación si hay algún hardware o software adicional incorporado en el altavoz, como un dispositivo de escucha.
Además, los pulsos entre Google y Trump no son nuevos. Esta es una nueva maniobra populista para que los electores conservadores sigan teniendo la ilusión de que el ejecutivo americano pone en su sitio a las grandes tecnológicas que supuestamente quieren saber lo que quieren estos ciudadanos estadounidenses.
Nada más lejos de la realidad, al menos que se sepa. Ni que decir tiene el carácter claramente partidista que tienen estas preguntas, ya que asumen sin ningún pudor que Huawei desea instalar aparatos de escucha en Estados Unidos y por supuesto sin prueba ninguna.
Google tiene hasta el día 30 de agosto para responder estas preguntas. Aunque probablemente de igual; quizás ni la respuesta más elaborada y lógica de Google sirva para contentar a unos senadores ya de por sí insatisfechos.