Estamos a las puertas de una revolución en el mercado, con la llegada de los primeros coches eléctricos realmente asequibles para el comprador medio. Incluso esta tecnología puede servir para ampliar aún más la parte baja del sector, con vehículos extremadamente simples pero que sirvan para circular por ciudad.
Ese es el objetivo de Zetta, un fabricante ruso que lleva desde 2017 adelantando el lanzamiento del CM1, un diminuto coche eléctrico urbano; pero después de tanta espera, parece que la producción por fin dará inicio este mismo diciembre, con la presentación oficial planeada para noviembre.
Aún así, ya sabemos mucho del CM1, cuyo nombre viene de "City Module", indicando que el principal uso que le daremos será en ciudad. Y es que con este eléctrico no podrás ganar a deportivos como lo harías con un Tesla; la potencia normalmente estará limitada a los 46 caballos, aunque podrá alcanzar los 97 caballos en ráfagas. En cambio, el par motor se queda en los 30 Nm/kg; y es que el CM1 es muy pequeño y ligero.
El coche eléctrico más barato del mundo es ruso
Con una longitud de algo más de tres metros, y una distancia entre ejes de dos metros, el CM1 tendrá muchas opciones para encontrar aparcamiento; pese a eso, Zetta promete que podremos llevar a cuatro personas en su interior, pero a menos que se refiera a meter dos niños detrás, no sabemos cómo pretende hacerlo.
Puede que el secreto esté en que el coche es básicamente una plataforma rodante con la carrocería montada encima. Las baterías están en el suelo del coche, y cada rueda tiene un pequeño motor eléctrico, en vez de uno solo más grande. Gracias a esto, el espacio disponible se puede aprovechar mejor.
Zetta ha conseguido esto gracias a haber desarrollado sus propias baterías y sistema de gestión; lo que también les ha permitido reducir el tiempo de carga en un 30%. El CM1 promete llevarnos durante 200 kilómetros sin necesidad de recargar. También han podido desarrollar una "imitación" de ABS y control de estabilidad usando los motores eléctricos.
El fabricante ruso apunta a un precio de 450.000 rublos, algo más de 6.150 €, aunque esperaremos a la presentación oficial para obtener más detalles de coste y disponibilidad. Por lo tanto, puede ser un gran rival para los fabricantes chinos, que ya tienen la vista puesta en Europa; por ejemplo, con el Ora RP1, con un precio también muy competitivo.