Barry está sentado en tu oficina, expectante por saber porqué le has llamado. Se le nota nervioso, y a su edad puede que sospeche el verdadero motivo de esta reunión; pero no por ello la experiencia va a ser más agradable. Estas a punto de despedir a Barry, a "dejarlo ir" si prefieres el eufemismo.
Barry no es real, es sólo un personaje en un nuevo programa desarrollado por la startup Talespin, especializada en implementar realidad virtual en entornos de trabajo. Una tecnología que permite, entre otras cosas, obtener más información sobre lo que estás haciendo, hacer llamadas en tiempo real y ver a la persona a tu lado, y mucho más; aunque sin duda alguna, este es su proyecto más polémico.
El nuevo entorno que Talespin está demostrando permite crear un trabajador que responde a nuestras acciones y palabras como lo haría una persona real. Si quieres, puedes ser lo más duro que puedas y Barry empezará a llorar, con las manos en la cabeza. Si eres insensible, puede que lo enfades y que empiece a gritar, formando una escena.
Realidad virtual para despedir empleados
Parece un videojuego cruel, un nuevo título que aparece en Steam con ganas de llamar la atención y ganar ventas. Pero no es un juego, es entrenamiento para la vida real, diseñado para empresarios y gestores que tienen que usar sus capacidades de liderazgo y sus habilidades de comunicación para realizar el despido de manera correcta, no solo para la empresa, sino también para el empleado.
Según Talespin, los métodos de entrenamiento actuales fallan porque se basan en presentaciones, vídeos y texto, pero no exponen a los empleados a situaciones reales; así que cuando llega el momento, son incapaces de actuar como deberían. Su solución es similar a un juego de rol, en el que tenemos que fingir que ya tenemos el puesto y nos estamos enfrentando a nuestro primer despido. Es posible crear diferentes tipos de personas, con su personalidad y su aspecto.
Esta tecnología no sirve sólo para entrenar para eso, claro. También puede ser muy útil en el sector servicios, para aprender a tratar con clientes difíciles, por ejemplo. Estos "humanos virtuales", como los llaman sus creadores, permiten probar nuevas cosas y aprender a interpretar la situación de la otra persona. Y a veces, sólo necesitas eso, algo de empatía, para que el fin de la relación laboral pueda ser un nuevo inicio para ambas partes.