Aunque las innovaciones en el sector automovilístico copan titulares, se están buscando alternativas en el mundo de la aviación para encontrar una solución no contaminante y sostenible. Una opción que la empresa ZeroAvia pone sobre la mesa son los aviones impulsados por hidrógeno. Más concretamente, electricidad impulsada por hidrógeno.
Esta empresa ha desvelado sus planes para el año 2022 y son tremendamente ambiciosos. Clama que su prototipo de avión impulsado por hidrógeno es más barato de fabricar, más barato de volar y más importante aún: no libera emisiones de ningún tipo.
Los planes iniciales de ZeroAvia son el crear unos aviones pequeños de entre 10 y 20 asientos capaces de hacer unos vuelos cortos de unos 800 kilómetros, principalmente regionales.
Los aviones impulsados por hidrógeno y por ZeroAvia, una empresa ambiciosa
Su primer prototipo ha realizado numerosas pruebas de vuelo con éxito. Su primer prototipo se ha usado en la estructura de un Piper M-class, con un peso de despegue de 2 toneladas y 6 asientos. Este prototipo es, a efectos prácticos, el avión con 0 emisiones más grande del mundo sin el apoyo de ningún combustible fósil, según ZeroAvia.
La Administración Federal de Aviación estadounidense permitió a la empresa con sede en Hollister, California operar su prototipo para pruebas de vuelo a principios de año. Desde entonces, este prototipo ha estado realizando pruebas para comprobar que componentes clave del avión funcionan correctamente y su integración en un sistema completo de tren motriz.
Aunque la idea de usar motores eléctricos en aviación lleva décadas planteándose ha sido ahora cuando se ha empezado a intentar de verdad. Más de una docena de empresas y compañías se han lanzado a buscar prototipos tanto híbridos como eléctricos con batería, por lo que el futuro es prometedor.
El hidrógeno es la clave, ya que será el elemento que impulse a los aviones del futuro, presumiblemente. Los coches eléctricos se mueven gracias a baterías de iones de litio, pero hay fabricanes que ya ofrecen alternativas con el hidrógeno. Este componente es tremendamente abundante, por lo que es atractivo para las empresas que se dedican al automovilismo.
Las celdas de combustible de hidrógeno usan hidrógeno comprimido como combustible y liberan solo vapor de agua. La tecnología ha estado en desarrollo durante décadas, y parece que ahora la podremos ver en acción.
El gran problema es que volar requiere de muchísima energía; las baterías que se requerirían para un vuelo son, además de pesadas, muy caras. Por ejemplo, la tecnología que usa Tesla para mover sus Model 3 no sería suficiente para hacer despegar a un avión de más de 2 plazas, incluso con un alcance de vuelo limitado. Por lo que tendremos que ver cómo se las apañan tanto ZeroAvia para salvar el difícil mundo de la aviación sostenible.