El completo control que Apple tiene sobre su plataforma es bien conocido, frente a alternativas más abiertas; eso tiene sus ventajas, pero también sus desventajas, como cuando se te rompe el teléfono y no hay manera de repararlo.
Apple ha sido acusada en varias ocasiones de hacer todo lo posible por evitar las reparaciones no oficiales de sus dispositivos; la última, cuando se descubrió que iOS muestra molestas notificaciones si detecta que la batería que hemos instalado no es oficial.
Por eso el anuncio del inicio de un nuevo programa de "reparaciones independientes" de Apple es tan sorprendente. Es el primer paso real para que pequeñas tiendas y especialistas puedan reparar nuestro iPhone sin necesidad de usar componentes no oficiales.
Apple da un giro en su política
El nuevo programa, que por el momento sólo aplica a EEUU, permitirá que estos pequeños negocios tengan acceso a las mismas herramientas, componentes y documentación que las tiendas oficiales de Apple. Esto permitirá a los usuarios reparar su iPhone en más establecimientos, sin preocuparse de la calidad de la reparación o de las piezas usadas.
En concreto, las empresas que se apunten a este programa podrán recibir partes "genuinas" de Apple, además de herramientas, tanto de reparación como de diagnóstico. Apple incluso ofrecerá entrenamiento y documentación para trabajadores, que tendrán que estar certificados por Apple; el certificado se podrá conseguir de manera gratuita, aunque eso no significa que vaya a ser sencillo.
La importancia de este nuevo programa va más allá de simplemente ofrecer más opciones para reparar nuestro móvil. Será especialmente útil para recuperar dispositivos que estén fuera de garantía, y que el servicio técnico de Apple ya no acepte.
Apple da un giro en su política
Pero sobre todo, esta es toda una declaración de parte de Apple, que por fin reconoce la importancia de estos negocios independiente. Tradicionalmente, Apple ha acusado a estos pequeños empresarios de realizar reparaciones inadecuadas y potencialmente peligrosas; además, se ven obligados a usar componentes no oficiales provenientes de China, que no han pasado los mismos controles de calidad.
La solución, aparentemente, es enseñarles cómo hacerlo y darles acceso a los componentes oficiales, algo que muchos llevaban tiempo pidiendo.
Este es un giro interesante de parte de Apple, que lleva más de un año luchando contra el llamado "derecho a reparar", y nuevas legislaciones en EEUU y Europa que precisamente obligarían a los fabricantes a hacer lo mismo que este programa de reparaciones. En concreto, con estas leyes los negocios independientes tendrían derecho a comprar piezas directamente del fabricante, además de obtener documentación.