Hoy en día parece ridículo, pero durante décadas, si querías jugar en serio con un portátil no tenías más remedio que llevar encima todo un mamotreto. En algunos casos incluso eran ordenadores de sobremesa con una carcasa diferente.
Siendo un superviviente de esa época, lanzamientos como el Razer Blade Stealth 13 me recuerdan lo mucho que hemos avanzado. Si me hubieran dicho que iba a ser posible jugar en un portátil con un grosor de 15 mm y un peso de 1,3 kg, no me lo hubiera creído; claro, que tampoco me hubiera creído un portátil normal con esas cifras.
El nuevo modelo proveniente de Razer entra en la categoría de los Ultrabook ideada por Intel hace unos años, refiriéndose a portátiles extremadamente finos y ligeros. Inicialmente, eso suponía usar procesadores específicos y sufrir otras limitaciones de hardware; pero con los últimos avances, eso no es así.
El primer Ultrabook gaming
El Blade Stealth 13 es un buen ejemplo de esto. Razer es bien conocida por sus portátiles gaming, y es cierto que los Stealth siempre se han caracterizado por unas dimensiones y un peso más reducido. Pero este modelo da un paso más.
Como su nombre indica, se trata de un modelo de 13 pulgadas, que pese a eso permite elegir entre montar una pantalla 1080p o una 4K; si elegimos esta última, además tendrá capacidades táctiles, mientras que la Full HD nos permitirá prolongar la duración de la batería. En ambos casos cubrirán el 100% del espectro sRGB.
Pero lo realmente interesante está en el interior. Para empezar, Razer se ha basado en el procesador Intel Core i7 1065G7 de décima generación, la última presentada hasta ahora por Intel. Tiene cuatro núcleos y ocho hilos, que pueden alcanzar los 3,90 Ghz; pese a eso, el TDP es de sólo 15W, y eso es lo que ha permitido a Razer crear un portátil tan fino sin sufrir las consecuencias en la disipación de calor.
Vendrá acompañado de hasta 16 GB de memoria LPDDR4 y 512 GB de almacenamiento PCIe. En cuanto a la conectividad, destaca la compatibilidad con Wi-Fi 6 para conseguir una menor latencia en nuestros juegos; también tiene una conexión USB-C Thunderbolt 3 que nos permitirá conectar un monitor fácilmente entre otros periféricos.
Para la gráfica, Razer ha elegido la GTX 1650 de Nvidia. Es una GPU que nos permitirá jugar a la mayoría de títulos actuales sin muchos problemas, aunque en algunos casos tendremos que rebajar la calidad de los gráficos. Además, nos será difícil (por no decir imposible) jugar a la resolución nativa de la pantalla 4K; en ese sentido, tal vez sería más recomendable optar por la pantalla 1080p.
Pese a todo esto, es una elección que nos permitirá disfrutar de títulos muy populares como Fortnite o Apex Legends en cualquier parte, así que en ese sentido el Stealth 13 cumple con su promesa de ser un Ultrabook Gaming.
El Razer Blade Stealth 13 estará disponible a partir de 1.679,99 €; este mes de septiembre sólo se podrá comprar en EEUU y Canadá, pero esperamos que llegue al resto del mundo en los próximos meses.
El Razer Blade Stealth 15 se actualiza
Además, Razer también ha aprovechado para actualizar el Blade Stealth 15, ofreciendo dos nuevos modelos, uno estándar y otro Studio.
El nuevo modelo estándar del Blade Stealth 15 supone una actualización de hardware respecto al que ya estaba disponible, pudiendo montar un procesador Intel Core i7-9750H y una gráfica GeForce GTX 1660 Ti con 6 GB GDDR6 VRAM. Viene con 16 GB de memoria RAM y podemos montar 128 GB o 256 GB de almacenamiento SSD (en el segundo caso, PCIe), junto con 1 TB de disco duro. Estará disponible a partir de los 1.699,99 €.
La sorpresa está en el nuevo modelo Studio; el nombre viene de Nvidia RTX Studio, la gama de portátiles diseñados para creadores. Por lo tanto, el Blade Stealth 15 Studio tiene hardware elegido para trabajar con programas de edición de vídeo, audio, fotografía, o diseño CAD, destacando la gráfica Quadro RTX en conjunción con la pantalla 4K. También puede montar 32 GB de memoria RAM y 1 TB de almacenamiento NVMe. Los precios empiezan en los 4.399,99 €.